sábado, 17 de octubre de 2015

Cómicos, titiriteros y artistas (2ª parte



Migue se echa a un lado apartándose de ese escaparate de colores donde los niños miran y admiran,  trata de imaginar cómo serán los días de estas personas; camino y más camino, frío y calor, polvo, lluvia y viento, y se pone triste.  Pero no tarda en olvidar su tristeza, cuando el niño descubre, en lo alto de la ladera, a un señor mayor con una especie de turbante amarillo en la cabeza.  Viste un traje de pana verde aceituna, botas marrones de caña alta adornadas con brillantes tachuelas y borlas colgantes en los lados.  El hombre está adiestrando un monito.  Un mono de los de verdad, que obedece instrucciones como si las entendiera, imita movimientos, acciona, exhibe piruetas, equilibrios y desequilibrios.  El diminuto animal parece un columpio en constante vaivén.  Luego, el señor del turbante lo mete en una jaula, le da un plátano que  el mono pela en un visto y no visto y lo engulle en un santiamén.
Ahora que el mono está a resguardo, Migue se aproxima un poco más. para verlo de cerca, al mismo tiempo el hombre abre un baúl y saca unos muñecos hechos de madera, cuerdas y trapo.
-Buenas tardes señor-susurra Migue.
-Hola muchacho-saluda una muñeca con trenzas amarillas- me llamo Taty, soy una marioneta, tengo tres hermanos más que van a salir con los duendes del guiñol.  Es una voz de chica... Migue mira a su alrededor y no ve ninguna chica...
-Yo..., so soy Migue y sé que las muñecas no hablan Taty- dice convencido de que el señor del turbante amarillo tenga poderes haciendo hablar a los muñecos.  Pero está encantado de que le hable la muñeca, de que se haya dirigido a él.
-Me llamo Gastón, soy el mago Gastón, ya veo que te gusta esto, ¿vendrás a vernos esta noche Migue?
-Ya me gustaría señor, pero en mi casa no hay posibles, quiero decir que no sobra el dinero.
-Veniros con lo poco que haya, quiero decir la voluntad...
-Lo poco en mi casa se necesita para otras cosas señor Gastón, no hay para ir al circo.
-Bueno, habrá que arreglar de alguna manera para que, al menos, puedas acudir a una sesión.
-Mis padres dicen que no debo aceptar ninguna otra ayuda que no sea del todo necesaria, que no sea indispensable, ir al circo no lo es.
-Ya, yo pienso que un niño merece ver un espectáculo como el mío y con mayor motivo si además lo va a tener a las mismas puertas de su casa- dice el mago Gastón mientras trastea entre cajas y baúles.  Ahora saca una mesita plegable y un paño de color verde, se envuelve en una capa negra y hace aparecer y desaparecer las cosas, y cambia de voz..., es ventrílocuo. Migue no sabe qué significa ser ventrílocuo..., y, Gastón le explica el significado y le dice que le guarde el secreto.
-¿De dónde eres? Pregunta Migue, y la muñeca Taty responde que su casa está en todas partes y en ninguna, que es de aquel lugar donde la llevan los baúles, que no tiene paradero, nunca están más de cuatro días en el mismo sitio..
-¿Vendrás a ver la actuación esta noche, Migue?
-Las ganas son grandes, chica de pelo amarillo, pero como ya te dije antes, en mi casa no tenemos dinero para fiestas.

(Fin de la 2ª parte)

Domingos de cine

    El cine Norte era además salón de baile y teatro. Tenía muchos bancos de madera que alineaban rellenando todo el aforo, todo el espacio ...