<<... Era esta una época en que las gentes menos pudientes, entre otras muchas
carencias materiales, andaban sin relojes, los jornaleros no tenían reloj.
Como
sabemos la Piedra las Nueve, era y es, un reloj enclavado en la propia Naturaleza
de nuestra querida Peña y con solo mirarla podemos acertar a ver la hora en cualquier momento del día, del día que
estuviera soleado.
Como todos sabemos el nombre de esta colosal piedra se lo
dio, desde tiempos inmemoriales, la línea de sol y sombra que toca la Piedra las Nueve a las nueve de la mañana, por ella se orientaban los trabajadores
desde los campos y toda la gente que anduviera por el pueblo desde
cualquier punto en el que pudiera divisarse el frente de La Peña, ahí estaba
para todos el inmenso reloj haciendo las mismas funciones que uno de esos relojes de bolsillo que, solo
llevaban unos pocos, ese reloj dibujado en el interior de un soporte de madera
con apariencia de cajita, era el Reloj de Sol de Bolsillo...>>
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Fragmento; Cuentos del Sobrau - Villabuena en la Memoria