lunes, 7 de julio de 2025

Fátima: ¿ilusión, engaño o milagro?

 


Una cita con el sol

13 de octubre de 1917, cerca del mediodía. Habitualmente deslada, la Cova de Iria, pradera pobre y aislada cercana al pueblo de Fátima, situada a 160 Km., al norte de Lisboa, está repleta de gente. Setenta mil personas están de pie en un terreno empapado por la lluvia. Todos miran el sol, a la espera del prodigio anunciado tres meses antes por tres niños iletrados: Lucía, Jacinta y Francisco.

Desde hace varias semanas, esta historia de apariciones y mensajes de la Virgen da que hablar e este país dirigido por un Gobierno muy anticlerical. Varios periódicos informan sobre esos niños que aseguran comunicarse con la Virgen, que les anunció para el 13 de octubre al mediodía un gran milagro visible para todos. El alcalde y la política intentan tapar el asunto, para ello detienen y encarcelan a los tres pastores de siete, nueve y diez años, por perturbar el nuevo orden republicano. Los niños son arrestados, apresados y amenazados durante más de dos días, y se intenta hacerles confesar que han mentido. Pero lo que cuentan los pastorcillos no varía, a pesar de las intimidaciones, por lo que se ven obligados a liberarlos, ya que tan solo son niños.

Este arresto absurdo no ha tenido el efecto esperado, al contrario. No ha hecho sino aumentar la curiosidad del público, y es lo que explica, en gran parte, la muchedumbre tan densa que se reúne el 13 de octubre. Los creyentes fervorosos se encuentran junto a simples curiosos, unos periodistas están junto a un fotógrafo profesional y algunos políticos locales. Hay convencidos opositores y también francmasones, deleitándose de antemano de poder asistir al derrumbe de un fraude, lo que va a permitir desenmascarar a los autores de lo que consideran ser un engaño de otros tiempos.

Casi todos han hecho gran parte del camino a pie, ya que las rutas son de acceso difícil para los coches y que los medios de transporte no abundan en esa región tan pobre. Bajo la lluvia, el fotógrafo instala su imponente cámara. Los periodistas anticlericales esperan acabar con esas viejas supersticiones oscurantistas que, según ellos, solo tienen como meta aprovecharse de la ingenuidad de unos campesinos atrasados, aún aferrados a una religión en vías de erradicación en la mayor parte del mundo.

Entre el pueblo humilde, muchos están ya rezando. Los curiosos esperan de pie, escépticos. Otros ya empiezan a burlarse de ese milagro anunciado para el mediodía pero que no se ha producido aún, si bien ya es casi la una. El cielo está cubierto, llueve, y sigue sin suceder ningún milagro. Hartos de esperar, algunos ya se preparan para marcharse, pero Lucía les pide que se queden y que cierren sus paraguas.

A las 13 h, el cielo se despeja y aparece el sol. De repente, sobre las 13:30, con una hora y media, aparentemente, de retraso, se produce lo improbable. El milagro anunciado en realidad es totalmente puntual, ya que el principio de los extraordinarios acontecimientos coincide exactamente con el mediodía solar, que ese día, en ese sitio, tiene lugar a las 13:33. Entonces, ante la muchedumbre asombrada, empieza el prodigio más espectacular, grandioso e impactante que se haya producido desde los tiempos bíblicos. Lo que les parece ser el sol empieza una danza desenfrenada y escalofriante que va a durar más de diez minutos. Un tiempo muy largo.

Numerosas fotos (algunas de ellas presentadas en las páginas siguientes) muestran a la muchedumbre que asiste a ese acontecimiento, que será descrito  como impactante y terrorífico a la vez.

El epicentro de una potente onda de choque

El alcance de este fenómeno va a superar ampliamente los límites del pequeño pueblo de Fátima. Tendrá repercusiones en el plano nacional, en primer lugar, ya que la persecución religiosa irá cesando en Portugal, al mismo tiempo que la fe encontrará una nueva vitalidad. En el plano internacional, años más tarde y a kilómetros de allí, la onda de choque de Fátima se propagará con fuerza. Efectivamente, el derrumbe de la URSS supondrá, bastante exactamente, el cumplimiento tardío pero efectivo de la petición hecha por la Virgen a los tres pastores. La Virgen reclamaba con insistencia que el pape, junto con los obispos, consagraran a Rusia. Fue el papa Juan Pablo II quien accedió a esta petición, según las modalidades que la Virgen había precisado. Desgraciadamente, esta consagración tuvo lugar mucho más tarde, en 1984, más de cuarenta años después de que María formulase ese deseo.

Apenas dos años más tarde, en 1986, una evolución espectacular comenzaba con la glásnost en Rusia y Solidarnosc en Polonia, para desembocar en 1990, ante el asombro general, en el derrumbe pacífico y completo del bloque soviético.

¿Qué paso exactamente en Fátima ese 13 de octubre de 1917? Una investigación decisiva.

Ante esta pregunta, algunos podrían decir: "¿Qué podría saber al respecto? Yo no estaba allí"; o: "Es perfectamente imposible saberlo, fue hace demasiado tiempo, en un lugar apartado"; o aun: "Esas historias de milagros, ¿cómo puede ser que figuren en el índice de un libro que pretende ser serio?". Que nuestro lector tenga el valor de dejar de lado esos prejuicios, tan simplistas como cómodos. En realidad, como en el capítulo "¿Quién puede ser Jesús?", la respuesta a la pregunta: "¿Qué pasó exactamente en Fátima ese 13 de octubre de 1917?" está al alcance de todos los que acepten ir hasta el final de la lectura de este capítulo. Efectivamente, hay muy pocas respuestas posibles y las condiciones que permiten eliminarlas casi todas son óptimas.

Las respuestas posibles son muy pocas.

1. No pasó nada, es una leyenda.

2. Es un fenómeno real natural: ese día efectivamente hubo una conmoción del sistema solar que fue el resultado de una serie de fenómenos cósmicos constatados.

3. Es un fenómeno meteorológico excepcional.

4. No pasó nada real, fue una alucinación colectiva.

5. Es una superchería.

6. Es un milagro.

Las condiciones para zanjar entre esas diferencias posibles son ideales, porque:

· Ese prodigio tuvo lugar en el siglo XX, en un país europeo, por lo tanto, ni en  un tiempo muy alejado ni en unas tierras remotas.

· Tuvo lugar ante una enorme muchedumbre, en la que se encontraban periodistas y fotógrafos.

· Se anunció con mucha antelación.

· Dieron a conocer ese acontecimiento excepcional unos niños pobres e iletrados, y no sacaron de ello ningún beneficio personal.

· Un grupo importante de gente convencida y opuesta asistió al acontecimiento.

El contexto anticlerical garantiza el valor de los testimonios de las personas que asistieron al acontecimiento, particularmente las hostiles de toda idea de milagro.

Un milagro puede ser una prueba

¿Un capítulo sobre los milagros estaría fuera de lugar en un libro que invita a la reflexión racional? El asunto provoca en general el rechazo de los intelectuales y científicos. Sin embargo, el tema de los milagros puede y tiene que ser abordado racionalmente. En efecto, todos creemos que el Universo es lógico, que todo en él es explicable, que está gobernado por leyes universales e inamovibles. Por eso, una violación sólidamente constatada de estas leyes, sin ninguna alternativa posible, debe llevar a un espíritu racional a quedarse con la explicación más simple, a saber, la existencia de un dios todopoderoso, único capaz en realizar semejante prodigio. La  opción que consistiría en postular como a priori la imposibilidad de un milagro, porque a priori Dios no existiría, no es una opción racional.

Los milagros que se evocan en la Biblia, en los Evangelios o en la historia de la Iglesia suelen tener por motivación principal el hecho de manifestar la existencia de Dios a los asistentes. ¿Acaso los propios ateos no suelen a menudo reclamar pruebas manifiestas de la existencia de Dios? Pues ¡tal es el caso del milagro de Fátima! Lo afirma la propia Virgen, en su aparición del 13 de julio de 1917: "En octubre (...) haré un milagro que todos podrán ver para creer". El objeto del milagro era que los testigos del acontecimiento creyesen en el mensaje que se les dio, pero también que encontrasen en esa ocasión la prueba de la existencia de Dios, lo que también vale para nosotros. Por eso, el milagro de Fátima tiene su lugar en este libro. Como ejemplo de milagro, constituye, incluso una prueba muy poderosa de la existencia de Dios. 

1. El contexto político en Portugal en 1917

Al principio del siglo XX, el anticlericalismo domina en Portugal.

En ese principio del siglo XX, se manifiesta en todas las partes de Europa un anticlericalismo militante, tanto en Francia, como en Italia, en España o en Rusia, pero también en otros continentes, como en México. En Portugal, el anticlericalismo es particularmente violento. Se inscribe en un contexto de lucha ya larga entre las logias masónicas y la Iglesia católica.

En 1908, el rey Carlos I de Portugal es asesinado, como también el heredero de la corona. Su sucesor, Manuel II, es expulsado en 1910 y se proclama la República.

Si bien las regiones rurales siguen siendo católicas, los revolucionarios, procedentes de la élite de las grandes ciudades, son todos miembros de la francmasonería, que desempeña un papel importante por entonces. Inmediatamente después de su instalación, el nuevo régimen aplica una política de la laicización forzada, que va mucho más lejos que las leyes adoptadas por la república francesa en 1905:

· A partir de 1910, las congregaciones educativas religiosas son expulsadas de Portugal.

· Se prohíbe la enseñanza religiosa.

· Se confiscan los bienes de la Iglesia.

· Se instaura el matrimonio civil y se legaliza el divorcio.

· La separación de la Iglesia y del Estado se proclama en 1911.

· Se rompen las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

El anticlericalismo del régimen es tan violento que suscita posiciones que agravarán la inestabilidad política: así, en un plazo de dieciséis años, ocho presidentes y unos cincuenta Gobiernos se suceden en el poder. 


En 1916. Alemania declara la guerra a Portugal 


La guerra ruge en Europa desde el verano de 1914. Portugal entra en el conflicto en marzo de 1916, del lado de la Triple Entente (Francia, Reino Unido, Rusia), Se nombra un Gobierno de unidad nacional, pero el esfuerzo de guerra agrava la crisis económica y el desorden social. El país envía a Francia un contingente de más de cincuenta mil soldados.


II. El contexto local

Fátima es un pueblo pequeño de doscientos habitantes, situado en el centro de Portugal, a 160 kilómetros al norte de Lisboa. Los niños que viven en los alrededores pasan más tiempo con los rebaños que en la escuela. Es el caso de los principales protagonistas del episodio: Lucía de Jesús Rosa dos Santos (nacida el 28 de marzo de 1907), su primo Francisco Marto (nacido el 11 de junio de 1908) y su hermana, Jacinta Marto (nacida el 5 de marzo de 1910), ninguno de los tres sabe leer ni escribir. En el momento de la primera aparición de la Virgen, tienen respectivamente diez, ocho y siete años.


III. Los días anteriores al 13 de octubre

El 13 de mayo de 1917 hacia el mediodía: primera aparición

El 13 de mayo de 1917, los tres pastores cuidan su rebaño en Cova de Iria. Son las doce del mediodía. Se les aparece la Virgen, les habla y les pide que acudan al mismo lugar cinco veces consecutivas, el 13 de cada mes, a la misma hora. Cuando vuelve a su casa, Jacinta se lo cuenta a sus padres, y su hermano Francisco confirma los hechos. María, la hermana de Lucía, oye hablar de lo ocurrido. Lucía contesta las preguntas de sus padres y la noticia se comenta en todo el pueblo.


El 13 de junio de 1917: segunda aparición   

El mes siguiente, los niños acuden a la cita acompañados por unas sesenta personas del pueblo, atraídas por la curiosidad. Los niños ven y hablan a alguien que permanece invisible para quienes los acompañan, pero la asistencia percibe una gran claridad, así como el murmullo de una conversación y algunos fenómenos luminosos al principio y al final de la aparición. Es suficiente para impresionarlos fuertemente y para que hablen de lo acontecido a su alrededor.


El 13 de julio de 1917: tercera aparición

La noticia de las dos apariciones precedentes se difunde, entre dos mil y cinco mil personas siguen esta vez los pasos de los niños. Como la vez anterior, los niños son los únicos en poder ver a la "Dama de blanco", pero, durante un instante, algunos testigos perciben una expresión de terror en el rostro de los niños. Se sabrá más tarde que sintieron un pánico indescriptible cuando la Virgen les mostró el infierno.

Ese día, Lucía le pide a Nuestra Señora si puede hacer un milagro. La aparición hace esta promesa: "En octubre (...) haré un milagro que todos podrán ver para creer". Esta información se conoce rápidamente en todo el país.


El 13 de agosto de 1917: cuarta aparición 

El administrador de la región de la que depende el municipio de Fátima, Artur de Oliveira Santos, personaje influyente y temido, republicano y francmasón, está furiosos al ver la importancia que cobra el asunto, y se preocupa por el número de personas llegadas para asistir la aparición del 13 de agosto. Para impedirlo, se presenta a las 9 de la mañana en el domicilio de los niños y se los lleva en coche. Los secuestran y los interrogan, primero en casa del administrador, luego en la cárcel pública de Vila Nova de Ourém. Serán liberados el 15 de agosto.
Mientras tanto, una multitud de cinco mil a veinte mil personas, que ignoran aún el arresto de los pastorcillos, acude a Cova da Iria. No habrá aparición, ya que los niños no están, pero se producen numerosos fenómenos luminosos y sonoros extraordinarios, lo que termina de convencer a la asistencia.


El 13 de septiembre de 1917: quinta aparición

El 13 de septiembre, entre veinticinco y treinta mil personas se reúnen en la Cova da Iria. La mayor parte de ellos son testigos de fenómenos extraordinarios similares a los del 13 de agosto.


IV, El 13 de octubre de 1917, relato de un día asombroso

La noticia del milagro anunciado se difunde por todo el país. El 13 de octubre de 1917, a las doce, una muchedumbre considerable, estimada entre treinta y setenta mil personas, se encuentra en el lugar previsto, ese sitio aislado situado a dos horas a pie de Ourém, la aldea más cercana. El autobús de la ciudad de Torres Novas se moviliza para la ocasión. Se hace la cuenta de los coches alineados a lo largo de la ruta: hay más de cien coches, ciento treinta y cinco  bicicletas, doscientos cuarenta vehículos de atracción animal.
Cae la lluvia sin parar desde las 8:30 de la mañana, y las personas presentes están empapadas.

El relato del milagro

En la pluma del canónigo Casimir Barthas, en su libro Los tres pastorcillos de Fátima (traducción española, Ed. Pax, 1943) así fueron los acontecimientos de ese momento fuera de toda normalidad:

"De repente, la lluvia cesó y las nubes, opacas desde la mañana, se desvanecieron. El sol aparece en el cénit, semejante a un disco de plata que los ojos pueden mirar fijamente sin estar deslumbrados, e inmediatamente empieza a girar sobre sí como una rueda de fuego que proyecta en todas las direcciones gavillas de luces que cambian varias veces de color. El firmamento, la tierra, los árboles, las rocas, el grupo de los videntes y la multitud inmensa aparecen sucesivamente teñidos de amarillo, rojo, azul, violeta...  

El astro del día se detiene unos instantes. Luego retoma su danza de luz de una manera aún más deslumbrante.

Se vuelve a detener para empezar de nuevo, por tercera vez, esos fuegos artificiales tan fantásticos, ningún pirotécnico hubiese podido imaginar algo semejante.

¿Cómo describir las impresiones de la muchedumbre? Extáticos, inmóviles, conteniendo la respiración, los presentes forman un pueblo de setenta mil videntes que contemplan...

De repente, todas las personas que forman parte de esa multitud, todas sin excepción, tienen la sensación de que el sol se desprende del firmamento y, dando saltos en zigzag; ¡se abalanza sobre ellos!

Un grito impresionante sale al mismo tiempo de todas las gargantas. "¡Milagro! ¡Milagro!, gritan algunos...; "¡Nos vamos a morir todos!", se oye por allá... Otros dicen: "¡Qué hermoso!"...

¿Quién podría describir el estado de emoción de toda esa gente? Un anciano, hasta entonces ateo, agita los brazos en el aire, mientras grita: "¡Virgen del Rosario, salva a Portugal!". Por todos lados, en ese descampado, se ven escenas parecidas.

La rotación del sol, con sus intervalos, había durado diez minutos. Fue observada, repitámoslo, por todas las personas presentes, sin excepción; creyentes, ateos, campesinos, gentes de ciudad, hombres de ciencia, e incluso librepensadores. Todos, sin preparativos de ninguna clase, sin otra sugestión fuera del llamamiento de una niña que invitava a mirar en dirección del sol, percibieron los mismos fenómenos, las mismas fases sucesivas, en el día y en el momento anunciados unos meses antes como los de un gran prodigio. 

Más tarde, la investigación canónica acerca del milagro permitió constatar que los movimientos del sol habían sido percibidos por personas que se encontraban a cinco kilómetros y más aún de la Cova da Iria, ignorando, por consiguiente, lo que pasaba allí, y por quienes no podían, en modo alguno, verse influidos por una sugestión o ser víctimas de una alucinación colectiva.

La investigación puso también de manifiesto un hecho bastante curiosos, que atestiguaron las personas presentes. Cuando la muchedumbre volvió de su estupor, gastante consciente como para darse cuenta de lo que estaba ocurriendo en el lugar, cada cual constató que su ropa empapada por la lluvia, unos minutos atrás, esta completamente seca. Nadie se sentía incomodado por haber estado tan mojado.


Recordemos que un fotógrafo profesional se había tomado el trabajo de transportar todo su material hasta la Cova da Iria.  Existen, por lo tanto, fotos tomadas allí mismo el famoso 13 de octubre. Por otro lado, se recogieron numerosos testimonios, hasta treinta y cuatro kilómetros a la redonda.

John De Marchi cuenta que el fenómeno fue observado en el pueblo de Alburitel (a dieciocho kilómetros al este de Fátima), entre otros por la maestra de escuela y sus alumnos, y por "un ateo que se había pasado la mañana burlándose de esos tontuelos que se habían ido a Fátima para ver a una niña normal y corriente...". Cuando ocurrió el prodigio, su soberbia se vino abajo: "Parecía entonces como paralizado, tenía los ojos fijos en el sol. Luego se puso a temblar de pies a cabeza y, alzando los brazos hacia el cielo, se arrodilló en el barro ...".

Siguiendo en Alburitel: "Tenía por entonces apenas nueve años -cuenta el abad Inácio Lourenco Pereira-. Yo iba a la escuela primaria de mi región natal, un pequeño pueblo en lo alto de una colina aislada, justo enfrente de la montaña de Fátima, a diez u once kilómetros de allí. Era sobre el mediodía cuando, de repente, nos alertaron unos gritos y clamores de los hombres y de las mujeres que pasaban por la vía pública, delante de la escuela. (...) Afuera, en la plaza, la gente reunida lloraba y gritaba, señalando al sol, sin siquiera oír las preguntas que les dirigía nuestra maestra, muy angustiada. (...)

Yo miraba fijo al astro; me aparecía pálido y privado de su claridad esplendorosa; se asemejaba a un globo de nieve girando sobre sí mismo. Luego, de repente, parecía bajar en zigzag amenazando caer en la tierra. Angustiado, muy azorado, corrí para meterme entre la gente. Todos lloraban, esperando de un momento a otro el fin del mundo. (...)

Durante los largos minutos del fenómeno solar, los objetos situados cerca de nosotros reflejaban todos los colores del arcoíris Nuestras caras se veían rojas, luego azules, amarillas, etc. Estos fenómenos extraños aumentaban nuestro terror. Al cabo de diez minutos, el sol volvió a su lugar del mismo modo que había bajado, otra pálido y sin resplandor.

Alfonso Lopes Vieira (1878-1946), jurista de formación, era uno de los poetas más célebres de Portugal y ateo convencido. Había colaborado con el Gobierno anticlerical hasta 1916, como redactor en la Cámara de los diputados. Asistió también al prodigio desde su propiedad de Säo Pedro de Moel, situada cerca de Leira, a treinta y cuatro kilómetros de Fátima, y declaró: "Ese día del 13 de octubre, si bien no me acordaba de las predicciones de los jóvenes pastores, me maravilló un espectáculo deslumbrante en el cielo, para mí completamente nuevo al que asistí desde mi balcón".  Se convertirá y hasta hará construir una capilla en su propiedad. Su historia fue contada por la periodista Paula Sofía Luz.

Los lugares citados más arriba están localizados en los cuatro puntos geográficos y a distancias variables de Fátima. El milagro del sol fue, por lo tanto, aparentemente visible en una región con un diámetro de cuarenta kilómetros.

Un elemento importante impactó en la gente: el milagro del 13 de octubre se produjo exactamente el día y a la jora anunciados tres meses antes por los niños.

Estos hechos sorprendentes fueron relatados los días siguientes en el conjunto de la prensa portuguesa, tano la cristiana como la anticlerical, ya que todos los periodistas presentes vieron exactamente lo mismo.

El periodista anticlerical Avelino de Almeida, también testigo del acontecimiento escribió un relato sensacional en el periódico laico O Século, que dedicó su primera página al milagro del sol, con un reportaje absolutamente conforme a lo que vio la muchedumbre. La acumulación de artículos de prensa sobre este acontecimiento es en sí una prueba: pasó efectivamente algo increíble el 13 de octubre en Cova da Iria. Los artículos de los periodistas hostiles a la Iglesia son particularmente útiles en nuestra investigación: al rechazar con gran vigor la posibilidad de un milagro, permiten, indirectamente, esbozar las grandes líneas de lo ocurrido.


V. Una revista de prensa instructiva

Hemos seleccionado las principales reaciiones escritas, exclusivamente las que se inscriben en la ideología laica, republicana, liberal y anticlerical, con la excepción del periódico A Aurora, que es un semanal anarcosindicalista.

La lectura de los artículos en cuestión podría parecer in tanto repetitiva, pero es esencial. Estos artículos muestran la irracionalidad de quienes rechazan la realidad del acontecimiento, mezclando de manera confusa diversas posibilidades, sin demostrar nada, nunca, ni elegir entre ilusión, alucinación, superchería o fenómeno meteorológico. Nos interesaremos por esta incoherencia conjunta. 

Todos los artículos de periódicos citados a continuación se pueden consultar en la Biblioteca Nacionae Portugal, en Lisboa, en la Biblioteca General de la Universidad de Coimbra, en la Biblioteca Pública de Porto o en el santuario de Fátima. Los compilamos y los hicimos traducir bajo la coordinación del profesor José Eduardo Franco (CIDHUniversidade Aberta/CLEPUL, Facultad de  Letras de la Universidad de Lisboa), de fray José Luis de Almeida (Biblioteca du Saulchoir) y de la investigadora María Helena Jesus (Universidad París IV).

Estos son los fragmentos más significativos, presentados siguiendo el orden cronológico.


1. El 21 de julio de 1917, O Século formula una serie de preguntas acerca de una ·especulación financiera" , señalando que las autoridades están informadas y se ocupan del asunto:


"Desde hace tiempo, se decía de manera insistente en esa localidad que la madre de Jesucristo se les aparecía el 13 del mes a dos niñas, (...)

Ese rumor, como puede imaginarse, suscitó curiosidad general (...) y atrajo a miles de personas a ese lugar, los no creyentes para ver algo interesante, los religiosos por credulidad y devoción. El 13 día previsto para la aparición de la Virgen, fuimos al lugar indicado. Miles de personas ya estaban reunidas, y algunas habían venido de pueblos muy alejados, llevados por el deseo de verla. (...)

Se oyó entonces un ruido semejante al estruendo del trueno, e, inmediatamente después, las dos niñas, que se encontraban cerca de una encina rodeada de numerosas flores, que parecen paradisíacas, se echaron a llorar, haciendo gestos epilépticos y cayendo luego en éxtasis. Una de ellas, la que tuvo el privilegio de oír y de ver, fue interrogada por varias personas, a las que contestó diciendo que había visto una especie de muñeca muy bella que le hablaba Tenía, según decía, un resplandor alrededor de la cabeza y la llamaba con una voz suave y melodiosa. Entre las numerosas cosas que le dijo, la principal era el anuncio de su reaparición el 13 de los próximos meses, en el mismo lugar.(...)

El asunto me parece sumamente ridículo, y en verdad no lo habría creído si esa niña no mereciese la mayor confianza, porque era sincera y veraz, y si no estuviese corroborado por otros que lo contaron, utilizando las mismas palabras y citando los mismos hechos. Sin embargo, considero que se trata de una especulación financiera premeditada, cuya fuente de ingresos está en las entrañas de las montañas, en un manantial de aguas minerales que un individuo astuto habría descubierto hace poco tiempo, y que, a la sombra de la religión, quiere transformar la sierra de Aire en estación milagrosa, como la antigua Lourdes".


2. El 19 de agosto de 1917, O Mundo titula acerca de "La estafa de los milagros", con este subtítulo: "Cómo se puede engañar al pueblo: lo que ocurre en Fátima" , desarrollando las hipótesis de la alucinación o de la superchería:

"¿Se trata de un caso de alucinación de unos pobres niños que suelen acudir a la iglesia o bien eiste una intención clerical? Las autoridades tienen el deber de investigar el asunto y estamos seguros de que lo harán,  un republicano sincero, el señor Artur de Oliveira Santos, encabeza la municipalidad, que es ejemplar en el cumplimiento del deber. El asunto ya lleva el sello de la explotación clerical".


El mismo artículo afirma, mas lejos; "cómo empezó la especulación: "La especulación clerical empezó el 13 de mayo. Tres niños (...) paseaban en la vasta llanura de la Cova de Santa Iria y hacían triscar a unas ovejas, cuando vestida de blanco apareció entre ellos, relató Lucía. La dama les dijo a los pequeños pastores que tenían que aprender a leer y escribir y que el 13 de cada mes vendría a verlos a ese mismo lugar, cerca de un roble. El 13 de octubre, bajaría del cielo a la tierra por última vez para traer la paz al mundo y poner un punto y final a la guerra".


Y más adelante:

"Hay que reconocer que, para ser fantasía de niños, es demasiado. Un niño inculto no tendría espontáneamente las ideas enunciadas, tampoco las podría aprender con facilidad. Han tenido que ser aleccionados para hacer ese papel. Lucía, de hecho, suele frecuentar las iglesias. En apenas un mes, se confesó cuatro veces, E insiste en el hecho de que guarda un secreto que solo podrá revelar el 13 de octubre. Los curas acudieron al lugar y -¡cosa curiosa!- todos encuentran en la niña similitudes con el loro parlanchín que era Bernadette de Lourdes".


3. El 23 de agosto de 1917, O Debate evoca "una farsa", "una estafa":


"Nos referimos a esa farsa, cuyo éxito ya fue consagrado en primera página de los periódicos, de la aparición de Nuestra Señora cerca de Vila Nova de Ourém... ¡a quien ven solo tres niños...!".


4. El 16 de septiembre de 1917, la Semana Alcobacense titula  "Érase una vez un "milagro" ..."  y habla de una estafa:

"El supuesto milagro de Fátima terminó por transformarse en verdadera droga. (...) Nuestra SEñora prometió que seguiría encontrándose con sus fieles, indicando para ello el 13 de cada mes. El asunto circuló fácilmente de boca en boca, hubo incluso periódicos dispuestos a hablar de ello, de modo que el jueves pasado, cuando la primera de las visitas prometidas debía suceder, miles de personas abandonaron sus tierras y sus casas para ir a Fátima a ver a Nuestra Señora, charlar un poco con ella e, incluso, quizás, estrecharle la mano... 
Pero, al llegar la una del mediodía, a saber, la hora prevista para el espectáculo anunciado, llegan luego las dos, las tres, en fin, pasa toda la tarde, imaginad la cara de toda aquella gente pensando en el dinero que han gastado y en el cansancio que han soportado para, finalmente (...) caer en la estafa más despreciable que se haya inventado".


5. El 20 de septiembre de 1917,  O Debate habla de una "mixtificación indecente" y tranquiliza al lector acerca del desenlace evidente de toda esa historia que "se terminará por sí sola":

"Cerca de un roble, aparece Nuestra Señora... a la que nadie ha visto de momento, a pesar de que miles de personas están allí para ello. (...) La farsa ridícula y despreciable que los curas han inventado últimamente (...) continúa con todo su carácter de vergonzosa explotación y de verdadero desprecio. (...) De más está decir que nos referimos a esa verdadera estafa de la que la población de los alrededores de Vila Nova de Ourém es víctima, con el invento de la aparición, el 13 de cada mes en cierto lugar de la sierra de Aire, de Nuestra Señora.... ¡A quien, por supuesto, nadie vio¡ (...) La farsa ridícula ha sido puesta en escena con tanta eficacia que centenares de estafados acudieron al lugar indicado. (...) Para semejante fraude, no pedimos que se apliquen medidas de severa represión. Toda la historia se terminará por sí sola, a medida que las almas simples y sinceras se convenzan de que han sido engañadas atrozmente en su buena fe".


6. El 22 de septiembre de 1917, O Marinhense, titula "¡Milagroso!", y estima también que el asunto "maravilloso" es "una estafa":

"En un lugar cerca de Fátima, cerca de Vila Nova de Ourém, en nuestra región, ocurre un asunto maravilloso: una santa, cubierta de flores, vestida con una túnica de seda brillante de varios colores y envuelta por un halo de luz, se les apareció a unos pastores. Bajó de las regiones etéreas ¡no para predecir el final de la guerra ni para revelar el número que va a ganar en la loteria! Vino para censurar la incredulidad, los pecados cometidos por los mortales, que ya no son tan numerosos a la hora de llenar las arcas de las iglesias, para dar de comer a los muy santos jesuitas, para dar vida a las hermanas de la caridas, etc., etc., etc. Entonces, el 13 de cada mes -fecha fatídica- vuelve a ese lugar, para hacer esos reproches y darlos a conocer a mucha gente. (...) El jueves pasado, de nuevo, se estimaba en 20.000 el número de personas que acudieron a Fátima para ver a la divina Virgen! (,,,) 20.000 personas que fueron a ver el milagro de la estafa-aparición!".


7. Furiosos por ver a la inmensa muchedumbre de veinte mil personas, el periodista se siente obligado a hacer una aclaración materialista:


"Hay que hacer entender al pueblo que el cielo, el infierno, el lugar para acoger las buenas y las malas acciones es el mundo. Que los santos no existen y que los milagros no son más que música. (...) Después de la muerte, no hay nada. Es urgente poner fin a esa especulación castigando a aquellos que no se avergüenzan de engañar a los ignorantes. La aparición de Fátima es una mentira destinada a hacerse con los modestos ahorros que esos ignorantes logran a costa de su salud".


8. El 27 de septiembre de 1917, O Debate habla de "especulación religiosa":


"El cielo puede ser ese encantador castillo de placer y de felicidad del que gozan los vendedores ambulantes de la religión. Sin embargo, parece que "Nuestra Señora" se aburre, porque, de vez en cuando, se pasea hasta este doloroso "Valle de Lágrimas". (...) Este año, eligió tomarse unas vacaciones en un municipio vecino de Ourém, en donde hace una aparición el 13 de cada mes, según unos saltimbanquis de la reacción. (...) Lo que ocurre en Ourém es pura especulación religiosa, infame y estúpida. Ni siquiera vale la pena combatirla".


9. El 14 de octubre de 1917, el Jornal de Leiria publica con retraso un artículo anterior al milagro, "La Dama" de Fátima, previendo un fracaso para el 13 de octubre:


"Al escribir estas líneas, tenemos el presentimiento de que la "dama" no hará su aparición durante los seis próximos meses, porque se halaría y las pegrinaciones a Fátima no tendrían el mismo éxito que han tenido hasta ahora". 


10. El 13 de octubre de 1917, un poco antes, O Século publica un artículo esencial:


"¿En qué consisten esas apariciones? La Virgen, bajo el aspecto de una dama muy bella, desde el pasado mes de mayo, el 13 de cada mes, baja a este valle de lágrimas para mostrase a tres niños a los que, con una voz de una dulzura particular, ha recomendado rezar y hablar a todo el mundo de su presencia, advirtiendo a los creyentes y a quienes no creen que el 13 de octubre -a saber, hoy- explicaría las razones supremas de sus visitas y reconfortaría con su visión celeste a todos los que estuviesen en gracia. La noticia del milagro se difundió de norte a sur y en todas las regiones del país, una innumerable cantidad de personas acudieron a Fátima, y miles de personas se reunieron en el páramo, muchos de ellos pretendiendo ser testigos de cosas extrañas".


Luego:

"¿Qué va a pasar hoy en Fátima? Lo sabremos pronto. Las personas piadosas esperan de la Virgen María que los ilumine acerca del final de la guerra  que manifieste toda su benevolencia para decirles cuándo llegará la paz. (...) Hay también quienes imaginan que, con una gran iglesia suntuosa, siempre llena, aparecerán grandes hoteles dotados de todo confort moderno, negocios bien abastecidos, llenos de cantidad de objetos de piedad conmemorando a la Dama de Fátima; y la construcción de una línea de tren que nos llevaría directamente al santuario milagroso...".


Este artículo, y el siguiente, los firmó Avelino de Almeida, famosa figura del periodismo portugués del primer tercio del siglo XX. Colaborador de varios periódicos importantes, como O Século (del que era redactor en jefe), A Capital, O Primeiro de Janeiro y el Jornal de Noticias, se distinguió como crítico de teatro y de cine, fundando la revista Cinéfilo, que luego dirigió. Frecuentó el seminario, pero terminó por alejarse del catolicismo, llegando a ser un anticlerical mordaz. Fue iniciado en francmasonería (logia Irradiacäo) y fundó A Lanterna (1909-1910), periódico radicalmente anticatólico. Pero el periodista es capaz de informes honestos, como la muestra de lectura de ese primer artículo, relativamente equilibrado, antes del siguiente, que va a ser un auténtico terremoto.


11. El 15 de octubre de 1917, efectivamente, estalla una bomba. O Século dedica su primera página al milagro del sol, reconociendo la realidad de los hechos:

"¡Qué cosas más sorprendentes! Cómo bailó el sol en pleno mediodía en Fátima".

"Unos cálculos serios, realizados por personas cultas y totalmente ajenas a las influencias místicas, evalúan la muchedumbre entre 30.000 a 40.000 personas. (...) Y se axiste entonces a un espectáculo único e increíble, para quien no lo ha presenciado. (...)  El astro evoca una placa de plata pálida, y se lo puede mirar de frente sin ninguna molestia. No quema, no ciega. Parece un eclipse. Pero entonces surge un clamor colosal y oímos a los espectadores más cercanos gritar: "¡Milagro, milagro! ¡Maravilla, maravilla". (...) Ante los ojos asombrados del pueblo, cuya actitud nos transporta a los tiempos bíblicos y que, llena de espanto, con la cabeza desnuda, mira el azul del cielo, el sol tembló, el sol tuvo movimientos bruscos, nunca vistos anteriormente, y que no obedecían a ninguna ley cósmica: el sol "bailó", según la expresión utilizada por los campesinos presentes. (...) La mayoría reconoce que vieron el temblor, la danza del sol: otros afirman haber visto el rostro sonriente de la Virgen en persona, juran que el sol dio una vuelta sobre sí mismo como una rueda de fuego artificial, y que bajó hasta quemar la tierra con sus rayos. (...) Ahora les toca a las autoridades pronunciarse acerca de la danza macabra del sol que, hoy, en Fátima, hizo estallar los hosannas en el pecho de los fieles e impresionó, naturalmente -ciertos testigos dignos de fe me lo aseguran- a los librepensadores y a otras personas que no se ocupan de cosas religiosas, pero que habían acudido a ese páramo hoy ya famoso".



12. El 15 de octubre de 1917, una vez más, Diário de Noticias, muy a su pesar, tiene también que titular acerca de "El "Milagro" de Fátima" con el siguiente subtítulo: "Más de 50.000 personas acuden al lugar de la aparición". El artículo reconoce los hechos "curiosos" y los testimonios "concordantes" de "miles y miles de personas", pero habla de ""sugestiones", sin proponer, no obstante, la menor explicación:

"A pesar de la lluvia ligera, desagradable, que empezó a caer temprano esa mañana, un número insólito de personas acudieron a la parroquia de Fátima para asistir a la aparición extraordinaria que, desde el jueves, retiene la atención de esa gente. (...) Como un gran número de personas tenían su paraguas abierto, los niños pidieron que los cerrasen y, cosa curiosa, según el testimonio de miles y miles de personasm, el sol apareció con un color de plata opaco, agitándose y formando círculos, como si lo hubiese tocado la electricidad, según la expresión utilizada por personas ilustres que fueron testigos de ello. Entonces miles de personas bajo la influencia, tal vez cegadas por la luz  eel sol que aparecía por primera ven en el día, se echaron al suelo, llorando, alzando las manos, que se juntaron de manera instintiva. (...) Hubo incluso gente (...) que tuvo la impresión de ver al sol abandonar su órbita, romper las nubes y bajar en el horizonte. La sugestión de esos videntes se difundió a otros, a quienes comunicaron el fenómeno. (...) "La hora milagrosa" había ocurrido".


13, El 15 de octubre de 1917, la revista O Portugal titula, por su parte, "El sol enloquecido", y opta por abordar el tema de manera irónica:


"Algunas personas inspiradas y dichosas tuvieron ocasión, anteayer, de ver "bailar" el sol, cerca de Vila Nova de Ourém. (...) Lo que nos sorprende no es que una densa y ruidosa muchedumbre haya afluido hacia el lugar de la maravilla para participar en las revelaciones celestiales, acostumbradas como lo estamos a las manifestaciones de la creencia local; lo que, en verdad, nos asombra es que el sol, (ese) astro respetable y que tiene un comportamiento establecido, haya participado también en el evento y se haya puesto a bailar como un aldeano en fiesta, a pesar de su edad considerable de miles de siglos, y si bien no tiene canas, luce al menos unas manchas sospechosas en su cara quemada, que los astrónomos interpretan como el sigo evidente de la vejez. Desde hace muchos años, se considera el sol con respecto a nuestro sistema planetario como una estrella fija, la afirmación de esa verdad le valió incluso algunos problemas a su autor. Y ahora tres pequeños tontuelos trastornan la verdad científica y gracias a la influencia que tienen en la corte celestial, hacen bailar el sol en el lugar elegido de Fátima".


14, El 16 de octubre de 1917, A Capital, que no sabe por qué lado abordar el asunto, concluye confesando su incapacidad para explicar la cosa:

"El caso de la aparición de Vila Nova de Ourém causa polémica. Sabemos que tres jovencitos tranquilos ven una imagen y hablan con ella; sabemos que eso se repite en ciertas fechas precisas; finalmente, sabemos que miles de personas vieron el sol "girar sobre sí mismo". Todo está claro, es lógico y tangible. (...) Lo que ignoramos, por ahora, es el nombre del payaso que está al mando de ese formidable circo".


15. El 16 de octubre de 1917, O Portugal, sin buscar la menor explicación, se complace en la burla titulando "Prudente reserva":


"Al transcribir algunos fragmentos del relato de O Século acerca del éxito milagroso de Fátima. Dia /otro periódico/ dice estar impresionado por los hechos y se niega a comentarlos. Esta actitud es, por lo menos, prudente. Los pequeños pueblerinos videntes solo anunciaron el final de la guerra, pero no se pronunciaron acerca de la restauración de la monarquía, de ahí la reserva de Dia, que espera naturalmente, el 13 del mes próximo, una revelación importante al respecto para poder hacer sus comentarios. Además no es solo el periódico Dia el que mantiene su reserva, incluso el redactor del periódico O Século, que fue a Fátima, espera que los expertos se pronuncien acerca de los movimientos desordenados del sol que la muchedumbre asegura haber visto (...)".


16. El 18 de octubre de 1917, Democracia do Sul encontró un culpable, "Los jesuitas":


"Cerca de Vila Nova de Ourém, en Fátima, hay una infame especulación jesuita (...) que consiste en la aparición fantástica y ridícula de una falsa santa, que tuvo la idea, según dicen, de aparecerse ante unos niños y de decir cosas acerca de Portugal. Esta especulación dura desde hace tiempo, gozando del asentimiento criminal de las autoridades locales, que no decidieron remediar tal infamia y poner fin, de una vez por todas, a esa miserable explotación, a la que O Século hace actualmente una propaganda eficaz, gracias a la fuerza que le confiere su enorme difusión".


17. El 18 de octubre de 1917, A Lucta titula sobre "La Dama de Fátima" y reconoce los hechos, a regañadientes, con un tono de desprecio:

"¿Y qué pasó en ese páramo en el que la Virgen había prometido bajar y hablar al pueblo de Portugal? Hacia las dos de la tarde, uno de los tres niños, que oraban cerca del roble, hizo una señal con la mano, y la numerosas muchedumbre se puso de rodillas al mismo tiempo. Después, el sol, saliendo de las nubes, iluminado por un resplandor más intenso, rodeado por un círculo oscuro, pronto se volvió una luna pálida, que luego se tiñó de azul fluido, de un amarillo pálido y de otros matices marchitos. Entonces fue sacudido por movimientos entrecortados e inestables: tembló, tembló luego dejó de hacerlo, silencioso. Con los cambios repentinos de color, el paisaje también cambió, perdió su nitidez, los contornos más duros se suavizaron en la bruma. Las mujeres pusieron sus manos en señal de oración, blancas de asombro, dirigieron sus ojos de súplica hacia el cielo, y adoptaron actitudes de fervor y de éxtasis. (..) El milagro se había limitado a las mutaciones de escenarios maravillosos, a la gimnasia singular del sol, a la pirotecnia esplendorosa de las nubes, a las más extrañas descomposiciones de la luz. (...) Pero todos mis informadores juran haber visto cosas extraordinarias en el sol, lo que no impide mi crítica personal. Sé perfectamente que nuestro pueblo es poeta y que le gustan los espejismos que apaciguan. (...)  Me dicen que un ilustre doctor de mi tierra, que era en otros tiempos la más bella flor del jacobinismo local gritaba como un poseso, con las manos en oración y los ojos fijos en su objetivo: "¡Ahí está la Virgen! Y ahora resulta que se va"".


18, El 22 de octubre de 1917, O Mundo en Lisboa titula: "Una especulación clerical" acerca de "la presunta aparición de la Virgen de Fátima". No proponen ninguna explicación ni justificación, solo evocan la necesidad de luchar contra algo que parece intolerable:


"Ese proceso de pérfida especulación no puede en absoluto ser tolerado, y las autoridades de la República deberán de ahora en adelante tomar medidas inmediatas y enérgicas para luchar contra el mal antes de que se propague (...)".


19, El 26 de octubre de 1917, O Democrata titula acerca de "El milagro de Fátima" mencionando la profecía acerca del retorno próximo de los soldados, pero hablanco de nuevo de una "farsa" que no resistiría a un examen "racional".


"Observaron cómo bailaba el sol, daba vueltas, bajaba, subía, pero ¿por qué? Solo es la consecuencia lógica de la observación larga y prolongada de su luz. ¿Y el resto? ¿Acaso han oído o visto a esa dama que decide dar audiencia a tres tontuelos porque no tiene a ninguna otra persona en el mundo que sea digna de oírla y verla? (...) La Virgen viene a anunciar a los pequeños pueblerinos de Fátima que la guerra pronto acabará y que nuestros soldados van a volver! (...) ¡Ofrecemos una imagen muy triste de la creencia religiosa y de la fe al otorgar importancia a unos hechos que se desvanecen al menor soplo, frente al menor examen racional!".


20. El 26 de octubre de 1917, Crónica Carta de Lisboa titula sobre "El milagro" de Ourém, da informaciónes precisas e intenta dar una explicación mediante "el poder de sugestión" y la "psicología incomprensible de las multitudes".


"Todo el mundo se mantenía firme, en la espera inquieta, y todos los paraguas se cerraron cuando los tres videntes arrodillados bajo un arco de vegetación dieron la orden. Y, ¡oh poder de la sugestión!, ¡oh, psicología incomprensible de las multitudes!, la gran mayoría de esas personas vio (...) Lo que esto prueba es que las creencias religiosas son y permanecerán arraigadas con tanto vigor en la mente de las masas porque tienen un poder de sugestión muy fuerte..."



21. El 29 de octubre de 1917, Avelino de Almeida publica en el paródico nacional Ilustraçáo Portuguesa un largo artículo de cuatro páginas sobre el milagro del sol, acontecido el 13 de octubre, acompañado de diez fotos tomadas por Judah Ruah, su fotógrafo, que se encontraba allí. Esas imágenes muestran una multitud compacta que observa el sol y se postra de rodillas, testigo de un "milagro colosal". En ese artículo, Avelino describe poco el fenómeno observado (que ya había detallado en sus artículos anteriores), pero llama a la Iglesia católica, a la comunidad científica y a los librepensadores a estudiar el fenómeno celeste observado por la multitud.


22. El 1 de noviembre de 1917, el periódico Ecos de Säo Pedro d^¨Alva  critica "La simpleza de Fátima", sospechando un complot:


"Lo que ocurre en  el páramo de Fátima, municipio de Vila Nova de Ourém, parece increíble. ¡Según el informe de O Século  (...) se sabe que, dos días antes, entre cuarenta y cincuenta mil personas de diferentes partes del país habían venido para asistir a un gran Milagro! -¡la aparición de la Virgen! (...) Ese espectáculo que nos desprestigia a los ojos del mundo civilizado no tiene que continuar. A nuestro parecer, son las autoridades de Vila Nova de Ourém las que tiene que hacerlo cesar, empezando por detener a los tres niños que vieron bailar el sol y "otras cosas", hasta que revelen quien les enseño a ver a Nuestra Señora, para llevar luego ante la justicia al autor o a los autores de esta comedia y que respondan por sus actos (..)"


23, El 11 de noviembre de 1917, A Aurora, en Porto, habla de: "La aparición de Fátima, tratando de atribuir lo ocurrido a un fenómeno atmosférico:


"¡Los peregrinos! habían acudido a ese lugar por todos los medios de locomoción, y predispuestos a los choques eléctricos y contagiosos de las sugestiones colectivas. Luego vinieron la visión y el milagro de Fátima, la nueva Lourdes, que otra basílica piadosa señalará, probablemente. Todas esas buenas personas, pobres, honestas (...) han visto realmente al sol levantarse como un disco de plata sin brillo a través de las nubes de un día lluvioso y triste, y luego cómo bailaba, caía y temblaba en medio de convulsiones histéricas, mientras que, según el relato que hizo la mayor de los tres niños, mientras estaba sentada en las rodillas de un hombre, la Virgen anunciaba el final de la guerra y el retorno de los soldados, ya en ruta para volver a su país (...) Si fuese posible razonar con creyentes y visionarios, se podría fácilmente hacer la objeción de que no fue más que un milagro meteorológico, pero ¿cómo hacer admitir la evidencia al alma alterada de los místicos?"


24. El 11 de noviembre de 1917, el diario O Mundo imagina que el milagro del sol es el fruto de "invenciones", de "sugestión" o de personas "sobornadas" y afirma lo siguiente:


"Una campaña de información es promocionada por la Asociación Civil contra la manera ignominiosa en que miserables sin escrúpulos abusan de la ingenuidad popular, con la intención de someter y de explotar al pueblo portugués, para hundirlo de nuevo en la oscuridad del fanatismo, de la superstición y de la creencia con el pretexto de milagros ridículos y de apariciones fantasmagóricas que inventaron y eligieron poner en escena en el teatro del pequeño pueblo de Fátima y, para ello, puede ser que hayan sobornado a los padres tutores de los tres pobres niños".


25, El 28 de noviembre de 1917, O Mundo publica esto acerca de "El milagro de Fátima", lamentando la importancia que alcanza el asunto:


"El milagro de Fátima se sigue debatiendo, si bien queda claro que ese pequeño incidente de la vida de provincias tendría que estar resuelto desde hace tiempo con dos patadas en el trasero de esos chavales que están en el origen de la historia".



26. El 2 de diciembre de 1917, se publica una hoja panfletaria contra Fátima:


"Contra la infame especulación que en la ridícula comedia de Fátima, la Asociación del Estado Civil y la Federación Portuguesa del Libro del Pensamiento protestan con firmeza. ¡Ciudadanos! (...) Liberemos, todos, arrancando de nuestro espíritu no solo la idiota creencia en esas bromas burdas e hilarantes como la de Fátima., sino más especialmente la creencia en lo sobrenatural, en su presunto Dios todopoderoso".

Esta revista de prensa abundante constituye una mina de informaciones acerca de lo ocurrido el 13 de octubre de 1917. Los periódicos de los que provienen estos artículos son todos anticlericales, por lo que es evidente que los periodistas mo quisieron dar crédito a los acontecimientos. Por eso mismo, sus escritos tienen más aún. Podemos deducir de este florilegio distintos puntos esenciales que permitirán eliminar varias hipótesis. ¿De qué podemos estar seguros?

1, El Gobierno de Portugal era por entonces muy anticlerical, particularmente el alcalde de Vila Nova de Ourém,  que fue también el administrador de la región (ver artículo 2). Por lo tanto, no se puede suponer ninguna complacencia ocomplicidad del Estado o de la localidad en la construcción de un engaño clerical.

2. Los niños eran incultos e iletrados (ver artículo 2), lo que complica seriamente la hipótesis de la superchería.

3. Los hecho y las cifras evocadas, del mismo modo que las concesiones que se hace en estos artículos a la realidad de los acontecimientos pueden ser considerados como lo mínimo de lo ocurrido, dado que todos provienen de periódicos anticlericales. Esto es pertinente, por ejemplo, para estimar la importancia de la multitud reunida en Fátima.

4. El milagro fue efectivamente anunciado desde el mes de agosto, para una fecha precisa, y esa información se difundió ampliamente, lo que permitía a todos aquellos que lo deseaban acudir para asistir tal vez a una señal directa de Dios o, al contrario, constatar la ausencia del acontecimiento o una broma, uy volver a sus casas, con la mente tranquila.

5. Decenas de miles de personas asistieron efectivamente al prodigio, al menos entre treinta a cuarenta mil; otros testigos hablan de setenta mil personas en el sitio mismo y de doscientas mil, si se cuenta a los testigos de los alrededores. Sea cual sea su número exacto, treinta mil personas representan ya una multitud importante; así pues, el testimonio unánime de tanta gente tiene necesariamente un peso considerable (ver artículos 10, 11, 12, 14, 22).

6. Se produjo efectivamente un acontecimiento importante que todo el mundo vio, si bien queda por determinar de qué se trata exactamente y su causa.

7. Según nuestro conocimiento, no existe ningún testimonio de persona que, habiendo estado presentes; hayan declarado no haber visto nada o haber asistido a una mixtificación. Y eso que muchos curiosos y escépticos habían acudido a Fátima (ver artículo 11). 

8. No se puede estar sino asombradísimo y perplejo ante la increíble ausencia de reacción racional de los  adversarios del milagro. Estaban en el poder y habrían podido poner en pie una comisión de investigación, proceder al escrutinio de los lugares para encontrar, quién sabe, los restos de un espectáculo pirotécnico secreto, interrogar a los testigos y a las familias. En un pequeño pueblo, hay suficientes divisiones y desconfianza entre unos y otros como para que todo se sepa. Ahora bien, el único fuego artificial al que asistimos es el festival de burlas e insultos, acompañados de afirmaciones perentorias e incoherentes, sin la menor investigación que logre acreditarlas.
Burla, alucinación, acontecimiento meteorológico, superchería, estafa urdida por curas y jesuitas: es lo que se puede leer aquí y allá, sin que se presente en ningún momento el menor elemento de prueba racional.

9. Contra toda espera y cuando nadie lo pensaba, el prodigio se produjo en el momento preciso del mediodía solar, que, en Fátima, tenía lugar ese día a las 13:33.

¡Podrían haber desenmascarado a los curas y a los jesuitas a los que señalan, quienes supuestamente fomentaron esta estafa! Tenían todos los medios a su disposición para aclarar el asunto : el poder, la policía, la justicia, la prensa. 
Finalmente, ¿cómo podían contentarse con explicaciones contradictorias e incompatibles entre ellas ? Es evidentemente imposible hacer cohabitar la hipótesis de una superchería, necesariamente organizada de antemano, con la de un fenómeno meteorológico que, por definición, es imprevisible, particularmente en aquel tiempo.

Retomamos a continuación las diferentes tesis defendidas por los comentadores y periodistas, para poder visualizar su frecuencia en estos artículos:

· Superchería, estafa:9 artículos -> 2,3,4,5,6,7,8,9,10.

·Especulación: 7 artículos-> 1,2,7,8,16,18,26.

·Farsa: 3 artículos-> 3,5,19.

·Alucinación, sugestión: 5 artículos -> 2,12,20,23,24.


PRUEBAS FOTOGRÁFICAS






 


















Lo que prueban las fotos. Estas fotos son valiosas. No se contentan con ilustrar un momento sorprendente. Efectivamente, confirman la realidad del acontecimiento y la importancia de la multitud, al mismo tiempo que aportan ciertos elementos esenciales para nuestra investigación.


¿Qué destino tuvieron los niños?


Dos de los jóvenes pastorcitos murieron muy pronto, tal como la Virgen se lo había anunciado. Francisco murió de la gripe española el 4 de abril de 1919 y Jacinta enfermó y murió el 20 de febrero de 1920.

Lucía, en cambio, vivió mucho tiempo. Se hizo monja carmelita y murió el 13 de febrero del 2005 a los 89 años. En vida, nunca cesó de obrar para que se realizara la consagración de Rusia a la Virgen María por el papa y los obispos del mundo entero. Esta consagración solo fue realizada de manera válida el 25 de marzo de 1984 por Juan Pablo II, o sea, casi tres años después del atentado del 13 de mayo de 1981, que tendría que haber acabado con su vida.

Ninguno de los tres niños modificó nunca su versión de los hechos. Ninguno de ellos ganó dinero ni obtuvo honores..  (....)

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Hasta aquí la copia literal de este capitulo que continúa ya con otras informaciones más técnicas, no por ello menos interesantes............ unas 600 páginas...............................  REVISAR




_isaPetricor_






















 

















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