Quienes la conocieron, conocen bien cómo fue el paso por la vida de esta mujer.
Una mujer
ejemplar, tenaz y hasta heroica, diría yo.
La vida de mi prima Sela
fue una vida de intermedios que transcurrió entre esos dos mundos,
cuyas líneas separan los renglones torcidos...
No por ello dejó de
cuidar primero a su madre, imposibilitada en cama, durante casi siete
años. Poco tiempo después ocurría lo mismo con su padre. Apenas
falleció su padre, enfermó ella. Y también se cuidó a ella misma, con la gran ayuda de Balduino, de su hermano Baldu, al que ella no
paraba de elogiar, siempre emocionada, que era muy bueno su hermano,
que la traía, que la llevaba, todas las veces que hiciera falta, que
lo quería mucho y que la quería mucho, que ella creía que estaba
cansado y con sueño por culpa de su enfermedad. Y que ella estaba
preocupada porque su hermano estaba perdiendo de trabajar por ir con
ella a los médicos tantas y tantas veces y todas las veces como fue
preciso y más. Y te decía, llorando, que qué bueno, qué buenísimo era su hermano Baldu.
Alcanzaste a distinguir y a tener muy claro, quienes te querían de verdad. Algo que no es fácil de llegar a saber, tú lo sabías perfectamente.
La vida de mi prima Griselda duele, y duele mucho.
Me recuerda unos libros de lectura que teníamos en la escuela guardados en aquel armarito con puertas de cristal, y que la señora maestra nos hacía leer con cierta frecuencia; una por una, siguiendo la lectura, mientras el resto de la clase escuchaba. Se titulaban "Vidas de Santos"
Me recuerda unos libros de lectura que teníamos en la escuela guardados en aquel armarito con puertas de cristal, y que la señora maestra nos hacía leer con cierta frecuencia; una por una, siguiendo la lectura, mientras el resto de la clase escuchaba. Se titulaban "Vidas de Santos"
Querida prima Sela yo sé
que debes estar en el cielo, que has tenido el cielo de premio, no
puedes estar en otro lado. Te imagino recorriendo el espacio,
buscando a toda tu gente; a tus hermanos, a los abuelos, a los tíos, a tu padre, a tu
madre, a la mía...
Pero, creo que no ha
hecho falta que hayas salido a buscarlos, porque están todos ahí, esperándote..., mientras aquí, te echamos tantísimo de menos...
Muy emotivo Isabel:..Tú prima ya recibió el premio que con tanta valentia se ha merecido....Besos
ResponderEliminarTiene que haber sido así, no puede ser de otra manera.
EliminarEl párroco que ofició su funeral, tuvo unas palabras para con ella.
Y él, pidió y nos rogó pedir misericordia.
No sé quien eres. Te doy las gracias y besos también para ti.