Lunes de Aguas (y aire) abril de 2012
LA BÓVEDA DE TORO Y VILLABUENA DEL PUENTE HONRAN A SUS PATRONAS CON LA PROCESIÓN Y EL ÁGAPE CAMPERO EN UNO DE LOS DÍAS GRANDES DEL AÑO PARA AMBOS PUEBLOS
I. G.
17·04·12 | 07:00
El Lunes de Aguas, una fiesta asociada a la tradición pagana que tiene en Salamanca y su provincia el punto de referencia, toma carácter religioso y festivo en dos localidades de la comarca de La Guareña: Villabuena del Puente y La Bóveda de Toro. Ayer era día grande, fiesta local que cada pueblo celebra a su manera y por separado desde que antaño, cuando ya nadie guarda en la memoria, los mozos riñeron disputándose la belleza de sus respectivas vírgenes. Nunca más se volvió a celebrar el Lunes de Aguas de forma conjunta.
Así que al filo del mediodía, cada pueblo reunió a sus vecinos para cumplir la tradición. En La Bóveda primero la misa y después la procesión encabezada por la Virgen de las Nieves, subida en un pequeño remolque y custodiada por los mozos. Detrás la Corporación presidida por el alcalde de La Bóveda, Francisco Benito, la reina y damas de las fiestas y muchos bovedanos y bovedanas acompañando a la patrona y las tradicionales carrozas que singularizan a esta fiesta de Lunes de Aguas, la segunda más importante en el municipio tras la patronal de agosto.
En esta ocasión fueron cinco carrozas las que presentaron las peñas, inspiradas en muchos casos en la más candente actualidad, desde la crisis hasta la corrupción. Allí estaba representado el caso Urdangarín con un original tribunal y los acusados en frente o una carroza «en construcción, por falta de presupuesto». También un original fondo del mar representado por los más pequeños con dos pescadores afanados en alguna captura; o un animado salón del Oeste y hasta un salón de belleza.
«Hace años podían salir hasta diez o doce carrozas pero al haber menos gente también salen menos», apuntaba el alcalde.
Aún así, los cinco vehículos engalanados pusieron la nota de color en una procesión que parte de la iglesia y atraviesa el pueblo por la carretera que lleva a Villabuena del Puente hasta el pago del Contadero. Los lugareños desafiaron un tiempo desapacible, con frío y viento, para llegar hasta el punto de encuentro donde se coloca a la Virgen sobre una peana de cemento. Allí, dominando el paraje, la imagen mariana a la que muchos bovedanos y bovedanos se acercan para venerarla y hacerse fotografías para el recuerdo.
En el Contadero el pueblo saca las viandas, dulces y limonada y disfruta de una apacible y relajada fiesta campestre. Es un encuentro de hermandad coincidiendo con el inicio de la primavera donde se reúnen vecinos e hijos del pueblo fieles a esta tradición. Y aunque ayer el tiempo no acompañaba, hubo grupos de valientes que, al abrigo de los coches, se animaron hasta con mesas y sillas para degustar las delicias gastronómicas regadas con un buen vino. El Ayuntamiento también puso su propia mesa con embutidos y dulces para los asistentes.
Allí todos pudieron ver las carrozas se otorgaron los premios a las tres mejores. Se llevó el primero "El fondo del mar", con una gratificación de 300 euros; el segundo para el salón del oeste, con 200 euros; y el tercero para el caso Urdangarín, que se llevó cien euros. Repuestas fuerzas, los romeros retornaron a La Bóveda donde participaron en la tradicional comida de hermandad, consistente en una paella en la alameda, ofrecida por el Ayuntamiento.
En Villabuena del Puente también hubo fiesta local. La del Lunes de Aguas es una de las celebraciones más importantes del año y así lo demostraba la masiva participación del pueblo en la procesión que se celebró ayer por la mañana. Niños, jóvenes y mayores se reunieron a las puertas del templo para acompañar a la Señora.
El alcalde, Constantino de la Iglesia, anunciaba el comienzo de la fiesta con el lanzamiento de cuatro cohetes en la plaza. A las puertas del Ayuntamiento se reunía la Corporación, vecinos y quintos, acompañados por la charanga, para acudir a la iglesia a buscar a la Virgen del Rosario e iniciar la procesión mientras los niños realizaban su propio recorrido con el Niño Jesús. El pendón de la localidad abría el desfile seguido por todo un pueblo que se reúne en este día grande y exhibe sus mejores galas.
El encuentro de las imágenes propició uno de los momentos más emotivos con las venias y el canto de la Salve, para volver después todos juntos de nuevo a la iglesia donde tuvo lugar la misa.
Al final de la mañana el Ayuntamiento invitó a un convite a todo el pueblo. Y por la tarde hubo merienda en la peña para cerrar la fiesta con una verbena.
- imágenes incluídas, copia literal de "La Opinión de Zamora"
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