Como muchos otros del pueblo, en esa época, mi tío abuelo, por parte de padre, también emigró a -La Argentina- (mi tío-abuelo, el emigrante, se llamaba Florian).
Entre ellos hubo los que nunca volvieron y los que volvieron con o sin ahorros. Otros, con lo ganado en América, se establecieron en el pueblo. Cuentan que, uno de ellos, puso un comercio en la calle El Puente. En la planta calle el comercio y en la segunda planta la vivienda.
Entre ellos hubo los que nunca volvieron y los que volvieron con o sin ahorros. Otros, con lo ganado en América, se establecieron en el pueblo. Cuentan que, uno de ellos, puso un comercio en la calle El Puente. En la planta calle el comercio y en la segunda planta la vivienda.
Las cartas de estos emigrantes tardaban meses en llegar y algunas se perdían por el camino y no llegaron nunca. La larga travesía del océano Atlántico estaba repleta de tempestades meteorológicas, de penurias y pandemias. De mar en calma, de mar picado de tiempo infinito, de cielo y agua por paisaje durante meses.
En muchas ocasiones llegaron cartas distintas para distintas familias en un mismo sobre, tal vez no hubiera dinero u ocasión de comprar sobres y sellos para el continente europeo y utilizaban el mismo sobre del compañero y vecino del pueblo.
Nos contaban que:
... a eso del anochecer cuando la gente volvía del trabajo en el campo, llamaban a la puerta...
- Fulano, que ha escrito el chico, hemos recibido la carta esta mañana, y mira, el tuyo manda en el sobre una esquela, aquí te la traigo.
Normalmente las cartas de los emigrantes eran cartas muy largas, con alguna foto dentro, y los sobres "pesaban" así que, entre el trayecto y el peso se necesitaban muchos sellos. Pero se trataba de gastar lo menos posible en su franquicia, unas veces ponían unos los sobres y sellos y otras veces otros.
En muchas ocasiones llegaron cartas distintas para distintas familias en un mismo sobre, tal vez no hubiera dinero u ocasión de comprar sobres y sellos para el continente europeo y utilizaban el mismo sobre del compañero y vecino del pueblo.
Nos contaban que:
... a eso del anochecer cuando la gente volvía del trabajo en el campo, llamaban a la puerta...
- Fulano, que ha escrito el chico, hemos recibido la carta esta mañana, y mira, el tuyo manda en el sobre una esquela, aquí te la traigo.
Normalmente las cartas de los emigrantes eran cartas muy largas, con alguna foto dentro, y los sobres "pesaban" así que, entre el trayecto y el peso se necesitaban muchos sellos. Pero se trataba de gastar lo menos posible en su franquicia, unas veces ponían unos los sobres y sellos y otras veces otros.
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