Las casas de piedra y pizarra se construían en las zonas donde proliferaban estos materiales.
En el valle del Duero, en las zonas llanas de las riberas, predominaban las casas de tapial o adobe con armazón o tejado vegetal; como vigas de madera, cañizo, junco, carrizos y por encima una capa de barro amasado con paja, cubriendo el acabado del tejado para terminar con la reconocida, agradecida y todavía actual teja árabe.
Muchos nos hemos preguntado por qué en las casas de antes, las de nuestros bisabuelos y tatarabuelos construidas allá por el s.XIX ¿Por qué para entrar en estas casas había que bajar unos cuantos escalones aunque estuviesen construidas en suelos llanos?
Tanto los suelos de los pajares, paneras y casas, sin cimentar, se escavaban para sacar la tierra con la que construir el tapial, las paredes maestras más anchas en su parte baja y adelgazadas según iban tomando altura. La base de la casa asentaba en una hondonada similar a cuevas o tudas. Apenas tenían algún ventanuco, que no ventanas porque por ellas se colaba el frío y el calor y además había que"vestirlas" tapar los huecos; querían decir que era un gasto tener que comprar marcos ventanas cuarterones...visillos, cortinas, cortinones...
Estas casas excavadas se las fabricaban los moradores,se ayudaban entre unos cuántos hombres. En ocasiones, se topaban con manantiales, y si les resultaba imposible hacer un desvío del agua, enterrar, entoñar, o controlar el manantial haciendo un pozo para el consumo, tenían que desistir de la construcción de la casa y buscarse otro sitio.
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