Dª Cuaresma era una mujer seria, a la que le gustaba comer especialmente frutas y verduras y que odiaba los bailes y celebraciones de Dº Carnal.
Dº Carnal y Dª Cuaresma, el exceso y el comedimiento, la penitencia.
En el calendario, los Viernes de Cuaresma, venían marcados con dos peces situados en forma de aspa, justo encima de la fecha de los viernes, para recordarnos que ese día no se podía comer carne, que había que comer pescado. Y las madres, a la hora de hacer la comida y la cena de los viernes, no lo tenían fácil, todo lo que había por casa eran los derivados del cerdo y más carne de corral. El pescado no abundaba. Así que salvaba la situación un potaje de garbanzos y, en el mejor de los casos, un bacalao-seco hecho con patatas, con arroz, rebozado o en salsa, (por aquel entonces el precio del bacalao seco era muy, pero que muy asequible.
Pero, si te comprabas La Bula, podías comer carne y ya no era pecado aunque fuera Viernes de Cuaresma. La Bula era un documento que se compraba en la Iglesia.
Y así iba transcurriendo La Cuaresma, los cuarenta días, la cuarentena de Cuaresma.
.....................Fragmento de "Crónicas a la Luz del Candil"
- imagen obtenida de la portada del programa de fiestas 20018 -
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