Detrás de la mascarilla vive la incertidumbre, habita el hambre.
Hambre de estabilidad, hambre de encuentros, hambre de una música que no duela. hambre de abrazos, de risas, de besos,
Hambre de confianza, hambre de sosiego, hambre de libertad.
tras la mascarilla se agazapa la vida rota, el luto, un luto universal. se respira impotencia y pena por aquellos que necesitan más.
Tras la mascarilla surgen sonrisas de gratitud ante tantas cosas. una sonrisa un tanto desolada pero cargada de agradecimiento por seguir-estando, por seguir-existiendo. _ Isa _
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