Nos vamos a comer con los tíos y los primos. Comemos en casa, en la mesa grande que está en la sala grande, ahí cabemos todos. Hemos sacado la mantelería buena, los platos blancos de teja buena, los vasos bonito, el cucharón, los cubiertos buenos, el juego de café y el juego licorero, en el que las señoras suelen tomar un sorbito de licor, ese juego que tiene seis vasos chiquitines dentro de una bandejita también de cristal. Las copas de anís "La Asturiana" y el coñac "Centenario Terry" de los hombres. El frutero calado de teja blanca (ese que tiene esmaltadas unas flores) donde se sacan los dulces que hemos dado a hacer en la tahona. Las fuentes de teja blanca donde se sacan a la mesa los postres de leche.
Es una comida muy bonita, con todo bonito, todo rico, todos los invitados alegres, todos contentos, todos de fiesta, todos de estreno. La sobremesa se alarga en conversaciones, risas y algún cante que otro. Las mujeres, mientras, recogen, friegan la loza y se van arreglando para salir por la tarde,
Al atardecer, esperamos turno en las filas de montar en las cadenas, en las barcas y en el tiovivo. luego vamos con los mayores a verlos tirar a las tómbolas y a ver qué ganan en esas rifas que se parecen al sorteo de la lotería. Y antes de que se ponga el sol, buscamos al retratista que anda por las calles, para que nos saque un retrato a todos juntos. Ya hay forasteros que se han comprado máquina de retratar y se sacan ellos mismos los retratos.
A la mañana siguiente es el encierro por las calles, es cuando pasan los toros de los corrales a los toriles de la plaza. En las ventanas de los sobraus que dan a las calles del recorrido, los niños y las madres gritan, ¡eh, toro, eh! El cosquilleo del miedo nos hacer mover agudos los trapos coloraus que hemos atado a una lía, una lía que casi llega hasta el suelo, añadida con más lías anudadas, intentando llamar la atención de la manada.
- foto simbólica -
Los mozos corren por la calle entre los toros y los cabestros, citándolos y subiéndose a los carros y a las rejas de las ventanas. Los perdemos de vista y se oyen gritos de que se ha escapado ¡se ha escapado uno! Ante tanto alboroto, no se sabe si el toro se ha escapado por sí solo o le han hecho hueco por donde salir, el caso es, que ha sembrado el pánico en muchos y el gozo entre los que corren a buscarlo ... "
( En nuestro país. 2020 / 2021, sin fiesta, bajo la pandemia que asola el mundo, Covid-19)
Isa. _ del libro "Crónicas a la Luz del Candil"
https://www.google.com/search?q=cronicas+a+la+luz+del+candil&rlz
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