jueves, 6 de octubre de 2016

Villabuena en la memoria: Toro, esa nave nodriza



Toro era la ciudad a la que acudíamos las gentes de los pueblos aledaños a trabajar, a comprar y vender, recuerdo haber oído contar que se pagaba un impuesto llamado"pontazgo"cuando se salía de la ciudad ya con las compras hechas a la salida del puente y portazgo cuando el impuesto se pagaba por pasar por una "puerta" ¿?  ejemplo por la actual Puerta de Corredera

Toro nos surtía de ropa de vestir, de calzado de a diario y de fiesta, de semillas, abonos químicos, el mineral, aperos de labranza, planta para la huerta..., comprar un reloj despertador, de pared,  de pulsera o arreglar el que se había estropeado, se compraba el ganado de labranza y los animales de corral, recuerdo aquel escaparate, debajo el arco el reloj lleno de pollitos, recién nacidos, de color amarillo que se amontonaban alrededor de una bombilla como único foco de calor en aquel "semillero" de futuras gallinas ponedoras y de orgullosos gallos kikirikís.

A las ferias de ganado de los días diez o veinticinco de cada mes se llevaban a vender los tostones, burros, mulas, caballos, yeguas, aparejos, trastes, herramientas de campo y de la huerta...  En Toro te hacían las fotos (cuando se trataba de las fotos del carnet de identidad iba el fotógrafo al pueblo) En el estudio de fotografía "Parra" hacían las ampliaciones, las fotos de estudio y los recordatorios. A Toro se iba a la modista y al sastre, a hacer papeles, a gestionar la cuenta del banco, a comprar los muebles de las vistas, a comprar los figurines las telas y paños para confeccionar en casa la ropa de vestir, se compraba la ropa de cama, mantelerías, lanas de tejer, las alianzas de boda y tantas, tantas cosas más...

Toro formaba  parte de la vida de muchas generaciones no solo de nuestro pueblo sino de todos los pueblos aledaños era como una nave nodriza surtiendo de todo lo necesario y de lo superfluo también. Ir a Toro era como un día de fiesta para los niños aunque los niños no viajásemos apenas hasta Toro, el hecho de que los padres y madres fueran a Toro significaba alguna cosa extra; un bollo, un muñeco pequeño, un cuento, un tebeo, un"chiche"golosina... Recuerdo aquellos bollos llamados suizos, que a día de hoy siguen existiendo... ¿Qué te ha traído tu madre o tu padre de Toro? Nos preguntábamos unos a otros y los mayores nos decían, "hoy buen día ¿verdá? que está tu madre forastera" Estar forastero significaba que se había ido ese día a Toro.

Los viajes a Toro se hacían  en burro, a caballo,  en carro de mulas, andando con la alforja al hombro, en bici, en coche de línea o subidos en la baca del coche porque, allá arriba, sentados entre los bultos y las maletas solo se pagaba medio billete. Casi todos llevaban la comida de casa, como cuando se iba al trabajo en el campo, en Toro se comía en las mesas de los bares con solo pagar la bebida, se sentaban a la mesa  y sacaban su fiambrera.

En las posadas de Toro descansaban y se guardaban los animales con los que se  había hecho el viaje, allí se les daba agua, le echaban un pienso o se le ponía la cebadera y pasaban el día en los establos de las posadas hasta que sus amos terminaban los quehaceres, encargos y recados que los habían llevado a  la ciudad. 

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