sábado, 5 de diciembre de 2020

Las buenas costumbres

 



La mayor parte de la historia de nuestros pueblos se basa en sus costumbres y tradiciones. Parece increíble que pueblos tan cercanos geográficamente, sean tan distantes en la forma de afrontar el día a día, y sin embargo, eso es lo que le da a cada villa su sello de identidad. En los tiempos que vivimos, agobiados por eso que muchos se han empeñado en llamar crisis, la vida de nuestros pueblos ha experimentado algunos cambios sustanciales, pero aún seguimos manteniendo algunas costumbres de las cuales les va a resultar muy difícil separarnos.

Es cierto que, a las zonas rurales, el progreso llega más lentamente, a veces ni se aprecia. Pero no es menos cierto que cuando vienen mal dadas, los efectos también son menos devastadores. De ahí que los sobresaltos, tanto para bien como para mal, los digiramos sin hacer demasiado ruido. Pero vamos a centrarnos en las buenas costumbres. De las malas, ya hablaremos..., cuando pase la fiesta.

Algunos de esos hábitos tienen poco recorrido en la línea del tiempo, pero cuando promueven la amistad y la relación entre gentes de distintas personalidades, ideas y condición, ¡bienvenidos sean! Por cada rincón del pueblo, es típico el olor a leña quemada que esparcen las chimeneas de las bodegas y merenderos cada víspera de fiesta mientras en los hogares fabrican el rescoldo, donde más tarde, se dorarán todo tipo de carnes, chorizos tiernos, pescados..., y todo lo que las mentes imaginativas de los comensales intuyan que se puede cocinar a la brasa.




Dicen que a la brasa todo está bueno. Doy fe de ello. Las típicas meriendas al nivel que las conocemos, donde todo sobra y nada es suficiente, poco tienen que ver con las escasas reuniones bodegueras de nuestros antepasados, donde la vianda a degustar se limitaba a un delicioso torrezno y un casco de cebolla. Eso, en el mejor de los casos. Pero era suficiente como pretexto "pa echar un trago". Afortunadamente, hemos progresado lo suficiente como para poder degustar por capricho. Nada que ver de cuando era plato único, y además, escaso. Y ese progreso también ha llegado, además de en el fondo, en las formas. Esto, que hace unos años estaba reservado para uso y disfrute de los hombres, ha experimentado un giro lógico. La presencia de mujeres de cualquier edad, en dichas reuniones, con sus posteriores tertulias, dimes y diretes, es cada vez más frecuente.

De ahí que los senderos de las bodegas, en las tarde-noches del estío, se vean frecuentados por matrimonios portando su capazo repleto de deliciosos manjares, para degustarlos al humor de la lumbre. 



No habrá acontecimiento que se escape a ser comentado, valorado e incluso solucionado, si se trata de un problema, ya sea político, financiero, o de cualquier otra índole. Las meriendas dan mucho de sí y, para organizarlas, cualquier excusa es buena: un cumpleaños, una despedida, una jubilación, porque es viernes... Siempre hay algo que celebrar cuando se está a gusto con la gente. Allí entre todos recordaremos viejos tiempos, hazañas... Se contarán verdades, alguna mentirijilla... Se cantará, reirá, beberá... En definitiva, seguiremos disfrutando de algo que no debemos perder. Las buenas costumbres.

............ Texto firmado con las iniciales, L.M.G.G.

Copia literal del programa de fiestas 2014.
Las imágenes copiadas de las entrañables fotos de Eme Manso.      

El río Guareña, nuestro río

 


El agua es vital para el ser humano. Basta con echar una mirada atrás en el tiempo para darnos cuenta que salvo en escasas excepciones, los pueblos y las ciudades de nuestra geografía se asentaron cerca de ríos y arroyos de los que en muchos casos, solo queda en la actualidad la estela de su paso por nuestros campos, siendo solo en puntuales ocasiones cuando sus cauces reviven su actividad debido a fuertes tormentas o largos periodos de lluvia que los atestan.

El río Guareña se debate entre el caudal moderadamente abundante en invierno y una escasez manifiesta en el solsticio estival. En verano, solo en determinados puntos de su recorrido se mantienen pequeñas porciones de agua a las que llamamos popularmente "hoyos". En invierno, el sonido de sus aguas hacen recordar con nostalgia a los mayores del lugar, tiempos en los que además de proporcionar agua cristalina, surtía con variadas especies de pesca a gran parte de los hogares de los pueblos que recorría.



El río Guareña, nuestro río, rodea nuestro pueblo con un semicírculo imperfecto de aguas cansadas por un viaje que las trae desde tierras charras, aunque sin traer claro su origen exacto. Posiblemente, algunos tengáis algún conocimiento de donde es el nacimiento de nuestro río, cuál es su curso e historia, pero existen informes, estudios, enciclopedias, diccionarios geográficos, atlas e infinidad de argumentos en los que se hace referencia al nacimiento de nuestro río dentro de la provincia de Salamanca, pero en diferentes puntos considerablemente distantes entre sí. Desde las fuentes que argumentan que el nacimiento se encuentra en las proximidades de Peñaranda de Bracamonte, a las que documentan que dicho nacimiento surge en el término municipal de La Orbada. o, los que aseguran que el manantial que da vida a nuestro río se encuentra en las entrañas del término municipal de Villaverde de Guareña. Haciendo uso de una lógica que posiblemente tenga una base incierta, podríamos fundarnos en que el recorrido de nuestro río además de bañar las tierras fértiles de los términos por los que transcurre, podría haber bautizado los pueblos que lo contemplan a su paso y, sobre ese fundamento, el único pueblo en su fase inicial que hace referencia a su nombre es Villaverde de Guareña.

Conviene señalar que en la mayoría de los mapas no queda bien definido el curso del río hasta las inmediaciones de Espino de la Orbada y Vallesa de la Guareña, siendo la parte anterior un entresijo de arroyo y regatos que consiguen crear la consiguiente confusión como para no saber con certeza cuál es su curso principal, si es que lo hubiere por aquellos lares.




Por otro lado, en las proximidades de Peñaranda, se hace mención a "Reguera Guareña", y no río, cuyo cauce se convierte a la altura de Zorita de la Frontera en el río Mazores, río que consta como afluente del río Guareña, en el que desemboca en la pedanía de Olmo de Guareña. D. José Emilio Palomero Pescador, profesor de la Universidad de Zaragoza sostiene que el río Guareña nace en Villaverde de Guareña, limítrofe con los términos de Cabezabellosa de la Calzada y Pitiegua, El profesor puntualiza que el lugar del nacimiento se llama "La Fuente de la Teja" aunque los oriundos del lugar matizan que elk lugar exacto se encuentra unos metros más arriba en el curso, denominado, "El Nacedero", lugar al que en la actualidad llaman "Fuente los Raíles" dentro de la finca llamada "La Canadilla" pegada a la vía férrea de Medina del Campo - Salamanca. 

Para entender un poco más el asunto, es necesario señalar que el curso fluvial que marcan los mapas hasta dicha fuente es nombrado como "Arroyo de los Valhondos" o "Arroyo Valmarín". La duda de si es el curso principal de nuestro río queda servida, ya que si nos fiamos de dichos mapas, la primera referencia como río Guareña y por tanto, su nciiento, estaría en los términos de Espino de Orbada y Vallesa de la Guareña, en un paraje llamdo "Monte de la Torre". Es decir, ni en Peñaranda, ni en La Orbada, ni en Villaverde de Guareña como está difusamente documentado;  lo que sí tenemos claro es el resto del recorrido hasta la desembocadura en el río Duero en el término municipal de Toro.

Una vez dejada atrás la provincia de Salamanca, sigue su curso con dirección a la provincia de Zamora pasando junto Vallesa de la Guareña, avanzando hacia Olmo de la Guareña y volviendo a aproximarse a la provincia de Salamanca a la altura de Tarazona de la Guareña, penetrando en corto espacio en la provincia de Valladolid pasando próximo a Torrecilla de la Orden y saliendo de nuevo con dirección a la provincia de Zamora, pasando por Castrillo de la Guareña, Vadillo de la Guareña, La Bóveda de Toro y Villabuena del Puente; lugar este último donde comunica sus orillas el único puente de origen medieval en todo su curso.


 
En su recorrido cuenta con múltiples estructuras hidráulicas de cierta importancia en sus años de uso, una de ellas en nuestro pueblo, lugar al que llamamos popularmente "Las Compuertas". Es Villabuena del Puente quien entrega las aguas del río Guareña a la vega de la ciudad de Toro para que desemboque en el río Duero, después de recorrer en torno a 65Km. Como veis, el río Guareña llega a nuestro pueblo cargado más de dudas que de agua, aunque ello no ha evitado el que haya sido esencial para nuestra existencia.

............................... Texto firmado con las iniciales -  L.M.G.G.

Copia literal, incluidas imágenes, del programa de fiestas 2013


Cuando Villabuena no se apellidaba - del Puente.

 


"En escritos de alguna antigüedad leemos Villanueva:

Toma asiento en repecho y en llano sobre la ribera occidental del Guareña, que le cae inmediato al Sur de Toro, de que dista 3 leguas: el de esta Capital (Toro), Bóveda y Castronuño, son confines de su campo, de 35.896 varas de boxeo, donde se dan granos, semillas y algún vino; en su extensión hay, rodeado de cerros, un prado ó vega de suelo excelente, a la que atraviesa el río, para cuyo paso se construyó al mediodía de la población año de 1788 un puente sólido y hermoso, que construyó el arbitrio impuesto en la venta de vinos del Partido.

Las construcciones que paga al año el pueblo importan 40.184 reales y 21 maravedís, los quales se reparten entre 80 vecinos con que ahora cuenta, acogidos a una parroquia bajo el título de San Pedro Apóstol; el número podría ser mayor, a no contradecirlo su situación enferma, con especialidad en verano y otoño, por la pausada corriente de su ría, mal general en todos los que baña; Mas si hay compensación, la tiene el vecindario en la mucha yerba que le rinden los prados a que riega. Si tomada su corriente en término de la villa de la Bóveda se hiciese una pequeña zanja, muchas de sus tierras de excelente calidad contaría con aguas, y, a este beneficio es de presumir que producirían el lino y el cáñamo; conociendo ya los naturales aunque imperfectamente el tesoro de ellas, usan en la agricultura de cebollas y frexoles, las de otros manantiales que también tiene el campo: acaso en algún día manifiesto su interés, emprenderán mayor riego con favorable efecto, bien que siendo tan fácil que casi puede conseguirse sin ayuda del arte, el tiempo que se demora es para estos vecinos un mal muy sensible.

La tabla de su río no ofrece la agradable visita que debía esperarse de estar sus orillas coronadas de árboles; y es muy reprehensible semejante descuido, no solo por la hermosura de que se priva al pueblo, quanto por la salubridad que esto le acarrearía: Abunda de pesca, con especialidad en anguilas, barbos y cangrejos; y hay sobre su cauce molinos de harina. 

Tuvo hospital en lo antiguo, que ha desaparecido, y asimismo ermitas que se ven arruinadas En un alto, a un cuarto de legua de su casco, en la calzada de Salamanca a Toro, que le cae inmediata se dice que la Religión del Temple mantuvo allí casa: si bien que el único testimonio que se exhibe como prueba. son las piedras sepulcrales, huesos y ruinas del edificio que en él se manifiestan"

 *  Texto (lenguaje de la época) - copia literal del programa de fiestas 2003.

En 1802, hace 200 años. Antonio Gómez Latorre escribió un libro titulado COROGRAFÍA DE LA PROVINCIA DE TORO, en el que da una descripción pormenorizada no solo de la Ciudad de Toro, sino también de los pueblos que estaban bajo su jurisdicción. Al llegar a Villabuena -todavía- no se apellidaba "DEL PUENTE" - la describe así.

.............................Villabuena (Obispado de Zamora)...

viernes, 4 de diciembre de 2020

¿Qué hay de verdad en la leyenda de "la olla"?

 


Todo pueblo tiene sus leyendas, bien sean de tipo religioso, histórico, económico, o de otra índole. En Villabuena, la "leyenda-reina" es sin duda la de "la olla". Y como toda buena leyenda se vincula a un lugar: en el término municipal existe, en efecto, un pago que se denomina desde antiguo "La Olla".

Dice la leyenda que un joven agricultor, estaba arando su tierra con una yunta de bueyes. Uno de ellos hundió sus patas en el terreno y que en el agujero apareció la olla llena de monedas de oro. El muchacho dejó la arada y se marchó para casa donde contaría a sus padres el hallazgo. Dice la leyenda -y al parecer es cierto- que al poco tiempo este joven se marchó a Madrid donde se dedicó a estudiar, logrando hacer carrera de ingeniero. Con el tiempo volvió a la Guareña y montó la primera Fábrica de Luz para abastecer de electricidad a El Pego, Peleagonzalo y Villabuena.

Pero ¿Fue verdad el hallazgo de las monedas de oro? Nadie lo sabe con certeza ni siquiera los más mayores de los "Crespo", unidos por lazaos familiares al célebre Landelino, que habría sido el afortunado descubridor de la no menos célebre olla.

Preguntados algunos de estos "familiares" -lejanos ya, por supuesto- hemos recibido dos respuestas distintas: uno nos ha asegurado taxativamente que "nada de nada".  Que el buey se hundió en el terreno y que había algún cacharro escondido; pero que si alguna vez tuvo monedas alguien se las había llevado antes que Landelino. Otro, sin dar certeza de ningún tipo, sospecha que "algo" tuvo que haber, porque no es normal que un muchacho de 15-16 años, acabada ya la escuela, se marchara para Madrid y se pusiera a estudiar. Este Crespo, atendiendo a que la familia prosperó bastante a raíz de aquello, sospecha que algo sí hubo, aunque sea difícil cuantificarlo y saber el alcance del hallazgo. Y mucho menos el origen de las monedas, si las hubo

Respecto a este último, al tipo de monedas, hay quien afirma que eran "romanas", lo que daría pie a pensar que la antigüedad del pueblo se remontaría a aquella época. Otros dicen que serían mucho más recientes y que alguien escondería en tiempos de la ocupación francesa, para evitar la rapiña de los gabachos napoleónicos.

Claro que también pudo tratarse de un "chaval lanzado" que allá em el s.XIX entendiera que el camino para dejar de pisar terrones era estudiar una carrera y que e dedicara en serio a conseguirlo. Si después tuvo el coraje de montar una "Fabrica de Luz" -que en aquellos tiempos era lo novedoso por el reciente descubrimiento de la electricidad- y las cosas le fueron bien..., no es de extrañar que su vida diera un vuelco y que los antiguos vecinos no entendieran del todo de dónde le venía el dinero.

Cosas así han ocurrido. Y gente que no ha visto con claridad que la agricultura no era lo suyo, aunque su familia tuviera buena fortuna en tierras, también.

Poco -más bien nada- hemos aclarado respecto a la leyenda. Quizás lo mejor sea dejarla como está, alimentando la fantasía de los villabuenenses y dándoles motivo para presumir y sorprender a los forasteros de que el pueblo -amén de gente maravillosa- tiene su propia "leyenda". Si algún día se aclara el asunto, bienvenida sea la aclaración.

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Texto anónimo

Copia literal del programa de fiestas, año 2005



Villabuena en "La Red"

 


- Texto anónimo. Copia literal del programa de fiestas -

Es cierto que hoy en día se está imponiendo a marchas forzadas la "realidad virtual" Hemos tenido la curiosidad de "navegar por Internet" en busca de noticias, datos, opiniones que tengan que ver con el pueblo. Hemos encontrado bastantes referencias, páginas, foros, etc., pero de escaso contenido.  Y sería bueno que algún joven villabonense, experto en estas cuestiones de informática, asumiera la tarea de dar a conocer el pueblo, a través de "la red". Porque una cosa es clara, tal como van las cosas o estáis en Internet o no cuentas para nada.

Hemos encontrado un sitio que puede llegar a ser interesante con el tiempo ya que ofrece posibilidades. Nos ha sorprendido ver, por ejemplo, que se incluyen en él algunos de los breves artículos que hemos publicado en estos programas años atrás. Aunque no citen al autor, se lo agradecemos. Es interesante también la posibilidad que ofrece para buscar familiares, amigos y personas para aquellos que tienen raíces en el pueblo, pero que han perdido el contacto con él.

En otras "páginas" y foros hemos podido leer mensajes juveniles, en los que los jóvenes manifiestan en ese lenguaje típico de los SMS, sus inquietudes, por ejemplo el deseo de contar en el pueblo con una piscina para el verano.

En todos los casos se deja traslucir una característica muy propia de los villaboneneses; el orgullo de pertenecer a un pueblo amante de las tradiciones, de la buena amistad y de las costumbres del pueblo. Orgullosos de esos "Usos y costumbres" que nunca deberían perderse, porque identifican a los pueblos.

Si tienen ordenador en casa y tienen conexión a Internet, busquen "Villabuena del Puente" y le saldrán muchas referencias, aunque todavía se pueden "colgar" más. No estaría de más que el Ayuntamiento creara una web propia.

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"Correr la vaca"



-Texto anónimo. Copia literal del programa de fiestas 2007 -

"Correr la vaca" es una de las tradiciones que identifican las fiestas de quintos de Villabuena del Puente. Es difícil conocer exactamente el origen de esta fiesta que, por otro lado, no es exclusiva del pueblo, pues la encontramos en pueblos muy distintos. Por ejemplo en algunos pueblos de Toledo. Teniendo en cuenta que las fiestas de quintos tienen lugar en invierno, cabe encuadrarla dentro del simbolismo propio de las "mascaradas de invierno" como pueden ser los "zangarrones", "carochos", etc.

"Los quintos ataviados con atuendos típicos de "La fiesta", "corren" a los viandantes pinchándoles con "la vaca" (par de cuernos de vaca unidos a un palo o astil adornado con cintas y flores) simulando cornearlo, al tiempo que los quintos, vergajo en mano, golpean a los asistentes." Así describe un autor esta fiesta que en cada pueblo tienen sus variantes. En Villabuena, la noche antes piden el aguinaldo ("usos y costumbres") por las casas.

De madrugada ofrecen "longaniza asada" en el Puente, y chocolate caliente a los vecinos. Después la comida, vestidos según costumbres, salen con "la vaca" por el pueblo uy termina la jornada con fiesta y baile.

En Villabuena, el personaje que hace de "vaca" es siempre el mismo, Ramón García, que lleva muchos años oficiando y dirigiendo a los jóvenes que cada año celebran la fiesta. Recibió "el oficio" de sus antepasados.

Actualmente este festejo tiene lugar en los días de Carnaval, y constituye uno de los momentos más participativos del pueblo ya que los jóvenes y mayores acompañan a los quintos en su recorrido por las calles buscando a quién "enfilar" o "correr". La foto de recuerdo junto a "la vaca" no puede faltar en ningún álbum de quintos que se precie.
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La fuente de "El Caño"

 



Texto de Andrés Domínguez. La Cañada. 
Programa de fiestas 2008.

Sin duda, el paisaje más típico y definitivo de Villabuena es "La Peña". Es como un dedo levantado en el paisaje para indicar "AQUÍ ESTÁ VILLABUENA". Pero junto a ese indicador geográfico, geológico y solemne, Villabuena cuenta con "rincones ocultos" como el Puente y otros, que pasan desapercibidos al visitante y que, sin embargo, tienen un atractivo no inferior. Nos referimos concretamente ahora al paraje que en el extremo opuesto del pueblo, hacia el sur, es conocido como la "Fuente del Caño", en la ladera que lleva a La Guareña.

Lo descubrimos hace un par de años cuando buscábamos fotos para la portada de este programa de S. Roque. Nos indicaron el sendero para llegar y cuando, perdidos entre la maleza, íbamos a renunciar a la búsqueda, apareció el amigo Ramón García que nos llevó amablemente hasta el sitio y sentado en el poyo nos contó cómo antiguamente esta fuente era muy visitada por las bondades del agua que sale por sus caños y cómo ahora ya nadie se acerca a ella. ("Ya no va la niña por agua a la fuente...")

A pesar del abandono del camino, del entorno y de la misma fuente, quien se acerque a ella podrá comprobar que a poco que se arreglara el acceso, se limpiara el sotobosque que la rodea y se acondicionara la fuente, ese rincón adquiriría un atractivo singular para disfrutar de la Naturaleza, de la sombra, del trino de las aves, etc.

Ojalá que algún día la Fuente del Caño se convierta en la joya que fue y que puede volver a ser. Condiciones tiene para convertirse en el "rincón y paseo romántico" de Villabuena del Puente.
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Un paseo placentero

 



Los primeros destellos empiezan a empujar los restos de la última noche. El falso e irregular valle formado por los tesos de "Valdelacasa" y "La Peña", parecen parir un sol brillante que presidirá un nuevo día y con él, empiezan a escucharse los sonidos de los más madrugadores de la villa; agricultores empeñados en hacer productivas unas tierras difíciles de domar, ganaderos y pastores atendiendo las primeras tareas del ganado, transeúntes que hacen su paseo matinal como una de sus primeras obligaciones antes de que el calor sea un compañero incómodo...

Despierta un pueblo como despertarán tantos y tantos pueblos en el resto de nuestra geografía. Despierta un pueblo... Despierta Villabuena del Puente. El río Guareña, dibuja una especie de comba como queriendo jugar con el pueblo y entre amos, el camino de circunvalación por el que podemos dar un placentero paseo. En su recorrido, será fácil encontrar algunos puntos de reunión donde los más mayores litigian sobre los problemas del día a día y de donde seguro, saldrían algunas soluciones para alguno de ellos.

Los asistentes a estos puntos de reunión llaman de forma irónica a uno "La Moncloa" y al otro "El Mentidero". Por senderos que parecen haber sido trazados por niños de corta edad dibujando garabatos irreproducibles, podemos saciar la sed en una de las fuentes próximas al recorrido. "El Caño". 

Adentrándonos en las tripas del pueblo podremos asistir a una partida de "chitos" y conversar de forma afable con los responsables de que este juego ancestral no quede en el olvido. Al lado, la iglesia de San Pedro Apóstol, patrón del pueblo.

Nadie que visite nuestro pueblo debe marcharse de él sin visitar nuestras bodegas. Aquí nuestros antepasados emplearon sudor e ingenio para conseguir realizar unas construcciones que hoy en día sería difícil llevar a cabo con tanta maestría. En la puerta de alguna de ellas, quizás tengamos suerte y encontremos a Aníbal Guerra, quien no tendrá reparo en invitarnos a "un trago" del que sin duda, será uno de los mejores vinos del pueblo. Volviendo la vista, veremos "La Plana". Por ella transitaremos para subir a lo alto del cortado y obtener una vista panorámica de nuestra villa, pero antes tendremos que cruzar por el puente de piedra, maravillosa construcción que pone apellido a nuestro pueblo. ¿Quién no añora estas vistas cuando lleva tiempo fuera? El olor a pino y tomillo hacen acto de presencia en todos y cada uno de los rincones de las piedras y solo los más atrevidos, dan buena fe de ello cuanto se introducen en "Las Buracas". ¿Quién sabe a ciencia cierta cuál fue el motivo de la construcción de estas cuevas tan singulares?

Es hora de partir. El día se acaba y todo vuelve a su origen. La noche cubrirá el pueblo y la tranquilidad de él se hará sueña. Solo resonará una voz en la mente del que se fuera, una voz que le dirá: Espero que vuelvas.

( L.M.G.G.)

.....................................copia literal del programa de fiestas 2011..............

jueves, 3 de diciembre de 2020

"El reloj" de Villabuena

 


Copia literal de este programa.

Este año hemos elegido como portada para el Programa de Fiestas, un bello Reloj de Sol colocado sobre una de las casas del pueblo y que tal vez muchos vecinos ni siguiera se hayan percatado de su existencia.

Los "relojes de sol" son un instrumento usado desde tiempos muy remotos (sumerios) con el fin de medir el paso de las horas. Se le denominaba también "Cuadrante solar" Emplea la sombra de un "gnomon" o barra sobre una superficie con una escala para indicar la posición del Sol en el movimiento diurno. Según la disposición del  gnomon y de la forma de la escala se puede medir diferentes tipos de tiempo, siendo el más habitual el tiempo solar aparente. La ciencia encargada de elaborar teorías y fabricar estos relojes de sol se denomina gnomónica.

Pero en Villabuena del Puente siempre se ha mirado hacia "otro reloj" , más natural,  como es La Peña. Desde tiempos inmemoriales, los villabonenses han calculado la hora por la sombra que se va deslizando (o ascendiendo) por la pendiente, "la piedra", "las buracas" y otros puntos de referencia marcaban el ritmo de las tareas domésticas, la hora del almuerzo o de la comida , etc, etc, cuando se estaba en el campo...

Respecto al "Reloj de Sol" de la portada, no sabemos quién y cuándo lo colocaría. Tal vez algún cura, médico o persona relevante del pueblo. Lo que sí es cierto es que resulta muy interesante: una pequeña joya a conservar.

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(texto anónimo)

A 22 de agosto de 2020

 

Hoy siento que tengo que hablar aquí de mi madre..., y diría muchas cosas de ella y todas buenas. Hoy, cumpliría 98 años.
Ella siempre tenía cuentos por casa y antes de aprender a leer, nosotras, ella nos leía cuentos y, y a mí como que aquellas lecturas me cautivaron.
Aquellos cuentos que posiblemente haya todavía alguno por casa.
Y, como anécdota, cuando íbamos a tomar la merienda, merienda de chocolate, pues. en las tabletas de chocolate venía un cuento de regalo que era muy chiquitito, y, bueno, las meriendas dulces me gustaban lo justo, pero lo que más me atraía era abrir la tableta del chocolate para ver qué cuento venía.
Mi afición a la lectura, sin duda, me la trasmitió mi madre, y bueno, estoy aquí "escribiendo cosas" creo que por aquellos cuentos del chocolate y gracias a mi madre. Siento que mis padres no pudieron leerme.
Chocolates "El Alba" de Vezdemarbán Zamora, por aquella época era el único chocolate que había pero, en cada libra, regalaba un cuento.
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Mis padres, Florián y Licer.
Gracias a la vida que me ha dado tanto * * * * *
Foto de la "mili" - por aquel entonces, servicio militar obligatorio -
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Domingos de cine

    El cine Norte era además salón de baile y teatro. Tenía muchos bancos de madera que alineaban rellenando todo el aforo, todo el espacio ...