<<... Oscureciendo aún más el aire unos nubarrones verdinegros ocupan ahora el cielo. La nube pasa muy baja y muy rápida como con prisa. Desde la ventana del sobrau tal parece que pueda tocarse con las manos, que esté, ahí, al alcance de los niños como esas otras nubes de vapor del guiso de los pucheros que se pueden deshacer de un soplo. Pero esa nube verdinegra no está a su alcance. Ahora se ha hecho más oscuro, ahora las casas del pueblo parecen fantasmas gigantes con caperuzas negras.
Ya apunta el otoño y ya semanas que los niños no ven la golondrina y ya semanas que el nido de barro pegado al alero está vacío y, se van los pájaros, vuelan en grandes bandadas y los niños recuerdan a esos pájaros que llaman vencejos, si serán o no esos pájaros que se pasan la vida en vuelo, que no paran de volar ni para dormir con tal de huir de las tormentas...>>
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fragmentos de "Cuentos del Sobrau"
Ya apunta el otoño y ya semanas que los niños no ven la golondrina y ya semanas que el nido de barro pegado al alero está vacío y, se van los pájaros, vuelan en grandes bandadas y los niños recuerdan a esos pájaros que llaman vencejos, si serán o no esos pájaros que se pasan la vida en vuelo, que no paran de volar ni para dormir con tal de huir de las tormentas...>>
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