El pregonero compartió con el público que su padre le animó a acercarse al mundo del vino y a incorporarse a la directiva de Covitoro, "resignado" tras comprobar que su hijo decidía "quedarse en el campo" después de concluir sus estudios de Derecho.
Visiblemente emocionado, Moyano recordó a su padre, que falleció en noviembre del pasado año, y matizó que como otros progenitores de su generación, aconsejaba a sus hijos que estudiaran y que abandonaran el campo por la falta de rentabilidad, situación que "no ha cambiado mucho".
Remarcó el pregonero que, en otras épocas, la vendimia "se teñía de aires festivos" y familiares y amigos ayudaban a los viticultores en la recolección de sus uvas. En la actualidad, la vendimia "ha cambiado mucho y para peor" porque "el viticultor se las ve y se las desea para encontrar quien le compre las uvas a un precio justo".
Mano de obra
Otro problema al que Moyano aludió en su discurso es encontrar trabajadores para la vendimia "sin escatimar en los jornales a pagar", que este año han rondado los 14 euros por hora más el IVA. A estas dificultades, añadió "un exceso de celo" por parte de las administraciones en las inspecciones de trabajo.
"Estas circunstancias", como advirtió, "no ayudan a conservar esos viñedos viejos de los que presumimos, ni a fijar población en el mundo rural".
Moyano instó a las administraciones a que "colaboren" para subsanar el problema de "la mano de obra en el campo" aunque también alertó del problema del excedente de vino que "impide" a las bodegas su comercialización de una forma rentable".
La suma de ambas circunstancias, según el pregonero, podría desembocar en el arranque de viñedos y en el cierre de bodegas de la Denominación de Origen Toro "más pronto que tarde".
"Normativa más coherente"
Para reducir el excedente de vino, el pregonero es partidario de seguir apostando por la calidad y por intensificar las acciones promocionales, aunque también incidió en la necesidad de que la "normativa vitivinícola sea más coherente".
En este punto, aseguró que "no tiene sentido que este año se hayan aprobado ayudas para la vendimia en verde, sí para tirar las uvas al suelo en julio y de esa manera reducir la producción" y, de forma paralela, "se hayan concedido más de 900 hectáreas de autorizaciones para nuevas plantaciones de viñedo en España".
A pesar de los problemas actuales del sector, Moyano mira con optimismo al futuro y con la esperanza de que las "circunstancias cambien" para que las bodegas y viticultores obtengan una rentabilidad en su negocio, lo que contribuirá a que "los pueblos de la zona no queden desiertos" y a que los padres animen a sus hijos a que estudien, pero sin abandonar el campo.
Primeros recuerdos de la Vendimia
Moyano también repasó sus primeros recuerdos de la Fiesta de la Vendimia de Toro y de la relación de su familia con el vino y el viñedo.
Entre otros, rememoró cuando su padre y otros vecinos coordinaban la compra-venta de las uvas de viticultores de Villabuena o cuando su tío Poldín le relataba que las bodegas subterráneas del pueblo indicaban que tenían vino a la venta con una bandera en la puerta y que los "corredores" que las visitaban ya destacaban entonces la calidad del vino de Toro.
A pesar de que esa calidad se mantiene, como reconoció, la comercialización sigue siendo el caballo de batalla ,por lo que reiteró la importancia de la promoción.
En este punto destacó que la Vendimia atrae cada año a más visitantes que se convierten en embajadores del vino y reivindicó que sea reconocida de Interés Turístico Nacional, a la vez que deseó que Toro sea elegida Ciudad española del vino en 2026.
Moyano cerró su discurso rindiendo un homenaje a su madre, Libertad, y a su tía Sayito, que siguieron el pregón desde un palco del Latorre.
Datos de la vendimia
Por su parte, el gerente del Consejo Regulador, Rubén Gil, compartió con el público que asistió al pregón los datos de la presente campaña de vendimia, que encara su recta final.
Hasta la fecha, se han recolectado poco más de 18 millones de kilos, por lo que, previsiblemente, la cosecha no alcanzará los 22 millones estimados inicialmente, por la "deshidratación parcial" del fruto como consecuencia el calor y la ausencia de lluvias.
De esta forma, se espera que la vendimia concluya en la tercera semana de octubre y que los kilos finales recolectados ronden los 20 millones, cifra similar a la del pasado año cuando se la cosecha alcanzó los 19,7. De la cantidad de fruto recepcionado por las bodegas, 17, 5 millones se corresponden con las dos variedades de tinta autorizadas y más de un millón con las blancas. 25 bodegas no han concluido la campaña de vendimia.
"Emblema de Toro"
En el acto inaugural de las fiestas también intervino la alcaldesa de de Toro, Ángeles Medina, quien reconoció el "esfuerzo" de las personas que trabajan en el campo y que "hacen posible" la vendimia que, a pesar de haber cambiado a lo largo del tiempo, "tenemos que seguir manteniendo", porque es una tradición "muy arraigada y forma parte de nuestro patrimonio cultural".
Además, precisó que cada botella que se produce en la zona lleva en su etiqueta la palabra Toro, por lo que el vino se ha convertido en el mayor "emblema" de la ciudad "a nivel mundial".
La alcaldesa también incidió en que parte del futuro de Toro se sustenta en su vino y por último resaltó la singularidad de la Fiesta de la Vendimia, a la vez que animó a los toresanos y a los visitantes a disfrutar del amplio programa de actividades preparado por los concejales del equipo de Gobierno, a quienes agradeció públicamente su esfuerzo.
_laopinióndeZamora.es_ 09 10 2025 (es-copia)
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