lunes, 23 de enero de 2023

Sobre la mesa-camilla

 


... solo ahora puedo contarlo... sobre la mesa-camilla del pueblo.
Era febrero de 2020. Estaba en Toro, entre otras cosas o tareas estaba terminando de escribir este libro, yendo a la Biblioteca a consultar libros para documentarme y, al mismo tiempo, callejeando sus calles, hablando con la gente, haciendo fotos de esta Ciudad de Dª Elvira; de sus campos, de sus calles, de sus puentes, de sus monumentos.
Me hizo mucha ilusión coincidir con la fecha de San Valentín, 14 de febrero, ya que en La Colegiata se celebra este día con la reliquia del Santo. Recuerdo aquella misa de 2020 con la reliquia expuesta presidiendo el Altar.
Y recuerdo el miedo y la incertidumbre extendidos ya por todas partes y reflejado en las caras de los asistentes a la celebración de San Valentín y entre todas las personas que me iba encontrando por las calles y dentro de mi misma..., convirtiéndose en pánico.
Recuerdo que tenía previsto volver a Madrid en vísperas de Semana Santa..., y ya no se pudo. Llegó el confinamiento, la emergencia sanitaria, los cierres perimetrales..., y todo aquello.
Me quedaba muy poquito para terminar este libro pero la situación me produjo un bloqueo hasta que pude retomarlo en verano, en el mes de julio lo di por terminado.
En el entretanto, no voy a extenderme en lo que nos pasó a todos o por lo que pasamos todos, ni en la gravedad ni en el sufrimiento fatal de muchas personas...
Recuerdo mi miedo. Me pilló sola. Recuerdo también que durante más de tres meses me quedé sin TV. se averió. Aunque ahora pueda parecer anecdótico entonces no lo fue. Mis días y meses, a solas, era estar agradecida por seguir la vida..., y hablaba mucho por tfno, llamaba y me llamaban...
La pandemia impera, decide qué sí y qué no. Ella impone las leyes, sus leyes sobre todo el planeta. Todo queda a su merced. Todos quedamos sometidos a su antojo.
En un corto espacio de tiempo, inimaginable, todo se volvió distinto. Todo se hizo nada excepto lo esencial.
Una de aquellas noches de ruido mental como eran todas aquellas noches me dio por pensar que el libro ya estaba terminado y que quería que saliera ya, ya mismo, porque podría pasar que yo desapareciera y el libro se quedara en manuscrito guardado en el cajón para siempre...
Y en aquellos ruidos nocturnos decidí que el libro tenía que salir, por si ya no me quedaba tiempo, por si acaso. La editorial, llena de razón, me aconsejaba que no era el momento... Y yo pensaba que quizá no hubiera otro momento, otro día, ¿y si no hay mañana...?
Tanto ruido mental, tanta incertidumbre, tanta angustia, tanto miedo, tanto sinvivir...
Y - Toro, esa nave nodriza - con muchas dificultades, pues tendría que haber salido el mismo verano de 2020, salió en enero de 2021.
Entonces y ahora me siento sumamente agradecida por este detalle que cuento del libro (que sería mínimo) y por tantas, tantas otras circunstancias, situaciones y cosas que ocurrieron, que nos ocurrieron a todos y que, hoy, podemos contar.
_ _ Isa





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