viernes, 27 de noviembre de 2015

El caso de la viga-culebra



Rufo -Digo yo, que si hubiera traído el farol veríamos algo mejor, un poquico más.

Santos -Quiá, lo mismo, no veríamos un “pijo” que dicen los modernos.  Tratemos de ir por el camino de tolos días, bien derechitos, pa no perdernos  Rufo.

Rufo -Ya dijo María, la sabionda, ande iréis que no hay na que ver…, pues, a ver la niebla, le contesté, ¡qué! ¿Es que no puedo?

Santos -El paseo del diario, haberle dicho, así se quedaría más tranquila, digo yo Rufo, el paseo de a diario y na más, y na menos.  Que bien lo agradecen cuando salimos este ratico, y ellas, que lo sé yo, habla que te habla, que también lo sé yo, que nos ponen verdes en cuantico se ven solas tanto tu María como mi Vito.

Rufo -Ni chalina ni tapabocas hacen nada con esta niebla meona, vamos a volver calaus, encima.  Se me empapan hasta las lentes, majo.

Santos -Pues mia-te-tú cómo llevo yo la boina ya, como llena de rocío, como si-fuá rocío.

Rufo -¿Has oído?

Santos -¿Oír qué?

Rufo -Como un ruido

Santos -Qué va a ser, si no hay ni un alma por la calle.

Rufo -Tú lo has dicho, algún alma en pena, de esas invisibles.

Santos -Mas qué bobada más grande acabas de soltar Rufo.  En mi vida, y miá que tengo años, he oído tontada igual…

Rufo -Tú no te confíes anda.

Santos -¿De qué, de qué dices que no me puedo fiar…?  No tiés más que ver cómo está la atardecida; de umbra, penumbra y tiniebla.  Siniestra, misteriosa, de embrujos, y tolos campos borraus que no se ven… O ¿me vas a decir que ves los campos? Sabes, los dos sabemos que están ahí, pero no los vemos, si ahora mismo viniera un animal ni lo veríamos, ni él a nosotros hasta chocar con él.  Pues no si no se ve a tres cuartas de distancia… quién va a andar a estas horas y en estos momentos por ahí, más que nosotros dos solos.

Rufo -Pues no sé qué hacemos aquí entonces.

Santos -Pues andar, andar que es lo único que no impide la niebla, caminar aunque sea con las cachas pa moverse uno un rato, como tolos días, pa la salú.

Rufo -Me paecía a mí que hace un poco andabas cagau de miedo.

Santos -¡Miedo yo!

Rufo -Sí, tú de los animales o de no sé qué bichos del campo que podían aparecer sin que los viéramos y sin que ellos nos vieran a nosotros.


Santos -¡Mía-te-tú ahora, con lo que sale…!

Rufo -Ya está oscureciendo.

Santos -Es un poco pronto, será la niebla que va espesando.

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Fin de la 1ª parte

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