sábado, 9 de abril de 2016

El caso de la viga-culebra (5ª parte




La criada aparece con un mantel lo extiende sobre la mesa y se lleva los faroles a la cocina y vuelve con un servicio de tazas, servilletas, cucharillas, tenedores, cuchillos y platos de postre. Después sale cerrando la puerta del comedor, como es costumbre, y se marcha a la cocina a preparar el chocolate.
Los demás deambulan nerviosos por el comedor, en el momento que se cierra la puerta, cada cual opina dando rienda suelta al caso, dudan entre contarlo al pueblo o no, porque, ¿y si salen esos bárbaros a darle caza? Al fin y al cabo la culebra ha sido buena, el animal no ha hecho daño a nadie sino todo lo contrario.  Nos conviene saberla ahí fuera por si ocurriera alguna otra desgracia, como ha evitado la de Rufo y Santos que de buena os habéis librado, y acordaros de aquellos otros casos que se dieron, como el de Laly cuando se cayó cargada con el haz por la ladera y el de "la niña de agua..."  La viga-culebra actúa como si recobrara vida para salvaguardar a las personas del peligro y entretanto aparece amontonada, desapercibida camuflada que no hay quien la distinga, entre las vigas peladas y blancas, como una viga mas o entre los troncos de los árboles como un tronco mas. Solo que esta vez el caso de Rufo y Santos ha sido lo más claro que se puede explicar y entender dentro de su magia, de lo sobrenatural.

María la sabionda y Vito la salpimienta, con los oídos bien espabilados, no dan crédito a lo que se está diciendo, a lo que están oyendo decir a personas que ellas consideran personas tan serias, tan excelentes en su clase y tan cabales. Las dos permanecen mudas y con los ojos espetellados mirando a uno y a otro. Hasta la señora alcaldesa ha ido deprisa a su cuarto a recoger el frasquito de sales, porque tiene el convencimiento de que esta noche le va a dar algo. ¡Si lo sabrá ella...!

El señor alcalde ha escuchado con atención todo las opiniones,dimes y diretes, toma asiento invitando a los demás a que se sienten a la mesa, todos, menos los vecinos Gervasio y Gabriel, el señor alcalde dice que, en esta tertulia falta gente, y manda a Gervasio y a Gabriel a que cojan los faroles y vayan, por separado, uno, a buscar a Laly y el otro a "la niña de agua" y que hagan el favor de ir con los cinco sentidos puestos en el camino y con la mayor discreción posible de la que sean capaces. y que no se entretengan y que ya están aquí, o sea, que vuelvan rápidamente que la noche parece que va a ser larga, pues tiene toda la pinta de que el caso, entre los unos y las otras, se divulgue,  porque parece ser que "esto" se le puede ir de las manos y no lo puede consentir, qué dirían de su pueblo los de los otros pueblos..., qué dirían si llegara a saberse...
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Fin de la 5ª parte

Domingos de cine

    El cine Norte era además salón de baile y teatro. Tenía muchos bancos de madera que alineaban rellenando todo el aforo, todo el espacio ...